Carlos Soria Fontan, ha anunciado en el día de hoy, que pone fin a un nuevo intento al Dhaulagiri, la montaña que se le ha puesto verdaderamente muy esquiva.
En un video publicado en el día de hoy en sus redes, ha manifestado su voluntad de dejar este nuevo intento debido a las condiciones complejas de la montaña, la cual, se encuentra muy cargada, tal como viene sucediendo habitualmente en las últimas temporadas otoñales, tal como es una costumbre en esta época del año.
“Hoy os tenemos que dar una triste noticia desde el campo base del Dhaulagiri. A pesar de las buenas sensaciones que hemos disfrutado esta temporada, la fuerte acumulación de nieve y la huella profunda que se ha tenido que abrir para avanzar ha complicado el movimiento de mis piernas, produciéndome muchas complicaciones. La parte superior del Dhaulagiri aparece terriblemente cargada de nieve. El fuerte equipo de sherpas que está abriendo la ruta hasta la cumbre lleva desde ayer, durante más de 24 horas, trabajando para llegar al punto más alto. Todavía siguen avanzando en un esfuerzo titánico, debido a unas condiciones muy adversas. Valorando todos estos factores he decidido bajar al campo base y abandonar el intento a su cima por esta temporada.”
Han sido ya muchos los intentos de Carlos Soria a esta montaña, como ustedes sabrán, y consecuentemente, varios años. Me ha llamado la atención el hecho que destaca el “complicado movimiento de sus piernas”. No es para menos. Es sinceramente admirable lo de Carlos Soria. Lo vengo manifestando en todas las crónicas que me ha tocado escribir, en cada intento al Dhaulagiri.
De hecho, a veces pienso que ya sería el momento de poner un punto final. Pero es solo un pensamiento mío, y tal vez no sea lo correcto, hasta ni siquiera tengo derecho a manifestarlo. Carlos Soria podrá hacer sobre esta montaña lo que más satisfacción le produzca, y si el hecho de seguir intentándolo le provoca esa sensación, pues adelante.
Ha demostrado también, mucho más allá del esfuerzo titánico, que sin duda lo es, una buena lectura de la montaña en concordancia con sus condiciones físicas para cada momento. Y eso, teniendo en cuenta el gran aprecio que le tengo, por diversos factores adquiridos a lo largo de los años, me deja mucho más tranquilo.