Por
Fernanda Insua
Noel González
Carlos Eduardo González
Redacción Alpinismonline Magazine
Fotografías: Cortesía Iker y Eneko Pou (hermanospou.com)
Foto de Portada: Con el Picu Urriellu de fondo (Naranjo de Bulnes), camino de nuestra ultima aventura- "Marejada Fuerza 6" 8 a+/500 m (Antiguo A4)- en la que para nosotros es nuestra montaña mas querida. (2.015)
No sólo son hermanos de sangre, son dos compañeros del alma, de juegos y de vida, dos personas unidas por vínculos espirituales, morales e ideológicos: son hermanos en la fe. Una fe propia y genuina construida a través del desafío, la exploración, la escalada, los viajes y la aventura.
Versátiles, complementarios, potentes pero sobre todo perseverantes, humildes y apasionados.
Sus sueños han tenido como escenario cincuenta y nueve países y han realizado más de cuarenta y dos MIL escaladas...
Son dos Gorilas en la Roca, buscando El norte Oculto con la impertinencia de una Marejada fuerza 6 y siempre agradecidos a la Reina fortuna. Son dos Big Men.
Su legado, la creatividad, el compromiso y la libertad. Y esto precisamente es lo mas admirable. Lo van a descubrir ustedes a lo largo de esta maravillosa entrevista que les hacemos llegar, es también para ellos la esencia de su arte en la montaña. Ellos crean líneas, paredes y las moldean hacia su "aventura" y es lo que las hace mas hermosas.
Cuando hablamos de Isla Baffin, Antártida o más aún su última actividad en pleno corazón del Amazonas, lo inhóspito y la aventura se constituyen en las grandes protagonistas de su creación. Luego, viene la escalada que le brinda ese toque artístico al desafío.
Mucho mas allá de todo esto, están el Iker y el Eneko ser humanos, aunque luego de ver algunos de sus logros no lo parezcan, pero si, lo son. Y si te toca interactuar, hablar con ellos y proponerles una entrevista para sus lectores, entonces allí puedes comprobar que eran personas de carne y hueso, mas allá de las maravillas que crean en la montaña y que al entablar un diálogo bajan de esa montaña donde disfrutan de su felicidad y están humildemente a tu misma altura.
Como conclusión antes de entrar en la entrevista, en nuestro caso, nos hemos quedado asombrados por la enorme predisposición y gran dedicación por aclarar cada una de nuestras preguntas.
Los dejamos ahora con ellos, y esperamos que puedan disfrutar de la entrevista de la misma forma que nosotros lo hemos hecho. Para ustedes, Iker y Eneko Pou. Los Hermanos Pou:
Aguja Negra, Morro Von Ronsen, y los Chañi. Cuatro paredes de los Andes aquí en Argentina, que allá por 2009 fueron resueltas de forma fantástica, lo recuerdo porque en aquel entonces hicimos la cobertura. ¿Cómo fue que surgió en Uds. la idea de encarar semejante proyecto? ¿Qué pueden contarnos acerca de esa escalada, su mayor dificultad y técnicamente como la ubicarían respecto a otros desafíos?
Con respecto al tema del Chañi, pues, la verdad es que era la primera vez que íbamos a Los Andes argentinos. Hemos estado en Argentina unas siete veces, creo que es como nuestra segunda casa, tenemos muchos amigos, tanto en el sur en la Patagonia como en el norte, en Salta, de cuando fuimos al Chañi, y bueno, esto surgió por una foto borrosa, que vimos en una revista argentina, de una primera expedición que se había hecho por la cara sur de estas montañas, y nos dimos cuenta que quizás o prácticamente no teníamos información, y que se podía hacer algo allí.
Entonces contactamos de casualidad con la persona que había hecho el libro sobre la escalada del macizo del Chañi, que era Emilio González Turu y bueno, resulta que él era el presidente de la casa vasca de Salta, entonces al final fueron todas facilidades. Llegamos a Salta, nos trató super bien, estuvimos en la casa Vasca, dimos alguna charla incluso en Salta, hicimos entrevistas para los periódicos a través de él. La verdad que fue como muy entrañable, toda la llegada a Salta.
Y bueno, el macizo del Chañi fue básicamente una gran sorpresa, una grata sorpresa, porque nos fuimos con material super técnico para escalar aquellas paredes, hamacas, llevamos de todo, cuerdas fijas, etc. Pero cuando llegamos a la cara sur de esas montañas nos dimos cuenta que exceptuando aquella vía del nono Vázquez, de un equipo de Buenos Aires que fue por la parte de la izquierda, todo lo principal, por decirlo de alguna manera, todo lo más clásico estaba sin ascender. O sea, rutas que en Pirineos y en Alpes estarían ascendidas desde fines del siglo XIX, en todo este macizo estaban todas vírgenes. Entonces guardamos todo nuestro material super técnico, cogimos piolet y crampones, porque las condiciones fueron muy invernales, y abrimos cuatro rutas fantásticas. La verdad es que tenemos un gratísimo recuerdo de este lugar, sobre todo porque fuimos los primeros en llegar, luego del nono. Y tuvimos un terreno de juego fantástico, además que era una zona muy incaica, con lo cual el tema cultural también fue super interesante, tanto durante la aproximación e incluso durante la escalada, ya que encontramos trozos de maderas, de vasijas de barro y demás en las cumbres.
Yo creo que la combinación fue algo muy precioso. Sobre todo también porque hicimos actividad en altura, ya que no siempre vamos a altura nosotros, ya que ello nos lleva a perder mucha forma física. Por eso, como dije, no siempre vamos a altura, pero esta vez estuvimos en montañas entre 5200m y 6000 metros. O sea que muy contentos.
Cuál ha sido de todos los desafíos el más complejo? No me refiero solo a la dificultad de la pared sino a todo el despliegue, acceso, ubicación geográfica y aislamiento, a lo que seguramente están acostumbrados.
Nosotros a lo largo de nuestra carrera básicamente hemos transitado por dos tendencias, por decirlo de alguna manera, una ha sido la aventura, que entiendo que esta pregunta se refiere sobre todo a eso, y la otra ha sido la dificultad técnica, escaladas cortas y escaladas deportivas o de pared, muy difíciles, y por otra parte las grandes aventuras. Entonces como grandes aventuras nos quedamos con el cierre de Siete Paredes Siete Continentes en 2007, esto fue en la Antártida, saliendo desde Ushuaia, otro viaje más que hicimos a Argentina, y bueno, esta aventura fue tremenda, por lo grande, logísticamente muy complicada, estuvimos un año entero, o más para organizarla.
Salimos desde Ushuaia en un velero, y después hicimos todo el Cabo de Hornos, cruzamos todo el mar de Drake durante cuatro o cinco días, para llegar a la península Antártica donde escalamos en estilo alpino y non stop una montaña virgen en veinticuatro horas consecutivas. Fue muy bonito porque fue del 24 de diciembre a las siete y media de la tarde, al 25 de diciembre a las siete y media de la tarde. Fue muy tenso. La verdad es que fue una escalada muy difícil porque apostamos por ligereza y hacer algo chulo sin fijar cuerdas, sin nada, como te decía antes en estilo alpino, pero lo pasamos bastante canuta. Hacía muchísimo frío. No llevábamos sacos, no llevábamos funda para vivacs, no llevábamos hornillos ni nada. Solo el material de escalada encima y la ropa encima. Entonces tuvimos mareos por culpa del frío, nos llegamos a caer por culpa del frío, luego pillamos una pared de roca muy difícil, tuvimos que ir montando rapeles, casi se nos salta una reunión entera, estuvimos a punto de desprendernos al vacío con una caída de 600 metros. La verdad es que nos sucedió de todo. Pero bueno, conseguimos hacer una pared increíble en la Antártida que yo creo que ha sido una de nuestras aventuras más importantes.
Con la otra que nos quedamos fue en 2012 en isla Baffin, hicimos una expedición de dos meses enteros, con muchísima aventura también. Llegamos a un pueblo de isla Baffin, dentro del Círculo Polar Ártico, el pueblo se llama Clyde River, y de allí hicimos, ya cuando empezaba el deshielo, unos cien kilómetros en motos de nieve para llegar a nuestro campo base. Una zona que no teníamos prácticamente nada de información, a la cual no había llegado ningún escalador. Y bueno nos dejaron allí durante dos meses totalmente aislados esperando el deshielo del fiordo para que nos pudiesen extraer en barco.
Fue allí que abrimos cuatro rutas nuevas con un equipo de North Face, Hansjörg Auer y Ben Lepesant. Un fotógrafo y otro fotógrafo italiano y hasta un cazador cocinero americano para protegernos un poco de los osos. Yo creo que esta fue un poquito la segunda aventura super super potente, porque además del lado deportivo, que nos salió muy bien.
Yo me quedo entonces con estas dos aventuras porque considero que son regiones donde primero tienes que sobrevivir, antes de pensar siquiera en escalar.
Entonces la verdad es que fue muy intenso porque conseguimos llegar sanos y salvos luego de las dos aventuras a casa, pero son historias en las que pasas mucha tensión y el objetivo deportivo la verdad, muchas veces se queda lejano
El último desafío de 2017 en Amazonas ha sido visto desde los ojos del lector, apasionante. Y visto desde la mirada de Iker y Eneko? ¿Cómo surge esa idea?
Bueno en cuanto al último reto, la segunda etapa del proyecto cuatro elementos, el macroproyecto en el cual estamos envueltos ahora, es un proyecto del estilo siete paredes siete continentes, pues la verdad es que muy bien. Hicimos la primera etapa en Patagonia este año, en el Parque Nacional Los Glaciares, con un tiempo malísimo en la Patagonia en toda la temporada 2016-17, solo 24 horas de buen tiempo, pero bueno, abrimos una ruta muy bonita, la aguja Guillaumet que bautizamos como Aupa 40, en referencia a los cuarenta años que Iker cumplió durante la ascensión. Después esta segunda etapa ha sido como comentas en Perú en el Amazonas, y bueno otra casualidad, otra foto que nos llega a través de otro amigo, un sitio que ni siquiera sabíamos si la roca va a ser buena o no, si va a merecer la pena o no, y bueno, nos encaminamos junto a Manu Ponce y Pedro Galán, y los camarógrafos Luis Rizo y Lina Schütze. A pesar que no conseguimos escalar los dos saltos de la cascada, sobre todo porque el segundo salto era malísimo, no merecía la pena, muy peligroso y se caía todo a cachos, conseguimos abrir una ruta preciosa en el primer salto, así es que muy contentos. Además después todavía nos dio tiempo de ir a Los Andes, hacer una primera y libre cerca de Huaraz, una vía de los Ragni di Lecco, que ellos habían abierto pero no habían conseguido liberar, y bueno, muy contentos con eso y después llegamos también abriendo "Zerain" otro pedazo de rutón, así que super satisfechos.
En la última expedición a Perú, dais el nombre de Zerain a la vía que abrís. Hablar como surge la idea.
Nuestra última ruta abierta en Perú, en el valle de Rurec, una ruta de casi 900m de escalada, una auténtica pasada de ruta, yo creo que una de las mejores que hemos abierto, esto realmente fue al poco tiempo de la desaparición de Alberto Zerain y Mariano Galván. La verdad es que nosotros vivimos esta situación con muchísima angustia porque estábamos en ese momento en el Amazonas y nos empezaron a llegar vía Internet algunas noticias de la desaparición de ambos y fue muy doloroso, porque somos montañeros desde pequeños, conocemos muy bien esta realidad, y sabíamos que había pocas posibilidades pero como en los medios de comunicación empezaron a decir que quizás sí, que quizás no, entonces fue muy duro. Nosotros teníamos buena amistad con Alberto, habíamos estado con en 2004 en el Ama Dablam, era uno de los referentes de nuestra generación, aunque de una generación superior a la nuestra, un tío muy majo además. Teníamos muy buenas referencias también de Mariano Galván, entonces, la verdad es que además de que Mariano era argentino y como ya he comentado nuestra relación con Argentina, por eso, la verdad es que se nos hizo super duro y lo pasamos muy mal en el Amazonas. A cuenta de esto, y cuando llegamos a Los Andes y abrimos este pedazo de vía, la verdad es que lo tuvimos todos muy claro. Incluso Manu Ponce que no conocía a Alberto, y cuando lo propusimos casi no tuvimos ni que acabar la frase, y todos estuvimos de acuerdo que sí, que se ponía el nombre de Alberto a la ruta. Si te digo la verdad, también se nos pasó por la mente citar mediante el nombre a Mariano pero lo cierto es que no teníamos relación personal con él, no lo conocíamos personalmente y tampoco queríamos que en ningún caso se nos tachase de un poquito de oportunistas por eso es que en nuestro caso era un homenaje bonito hacia un amigo que conocíamos y al que queríamos mucho.
Las expediciones se han convertido en los últimos años en algo imprescindible para los grandes escaladores, ¿se va en busca de la dificultad extrema, o de la aventura?
Lo cierto es que las expediciones han pasado a ser algo muy importante en los últimos años. Yo creo que sobre todo más, antes de esta megacrisis global, había más dinero, se salía mucho y había muchas posibilidades. Es normal que el montañero mire un poco más allá. El montañero por naturaleza es inquieto, es una persona que le gusta descubrir, que le gusta explorar, entonces yo creo que es lógico, porque ha mirado siempre hacia afuera.
Esto siempre sin menospreciar lo que tienes al lado de casa, porque podemos hacer siempre grandes aventuras al lado de casa, mirar un sitio donde nadie ha visto nada, y tú ver una línea impresionante, e ir por esa línea. Entonces yo creo que ambas cosas tienen mucha importancia, en nuestro caso cuando salimos fuera, sobre todo es aventura, sobre todo buscamos la aventura, por supuesto que también la dificultad técnica porque te quieres medir también un poco, y te quieres superar, entonces este punto también es importante.
Quizás más la aventura. Además, de hecho, la pregunta es muy buena porque es una historia que se va perdiendo en los últimos años. Todo el mundo va detrás de los grandes números bien sea en Himalayismo con las montañas de ochomil metros, bien sea en escalada, con el octavo y noveno grado, sin darse cuenta que muchas veces un sitio aislado, un sitio inhóspito, un sitio complicado de llegar, en este caso, no te hace falta que las dificultades sea un ochomil o un séptimo u octavo o noveno grado, simplemente en estar en un sitio remoto, inhóspito y peligroso, pues le da a la aventura un nivel muy importante y además creemos que hay que volver un poquito a eso, a la magia de la exploración y de la aventura.
El otro día en una charla decíamos que las claves del alpinismo moderno tal vez sean esas cosas, la exploración, la aventura y la dificultad técnica. Esas tres cosas unidas. Y lo que se está haciendo mucho en los últimos años si te fijas, es ir a repetir. La gente va a repetir mucho, pero a la gente le falta imaginación, esa exploración, esa aventura para poder hacer cosas que pasen realmente a los anales de la historia del alpinismo. Cosas que marquen una época.
Es más difícil ahora que en el siglo XIX o a principios del XX o a finales del XX incluso también, el poder hacer cosas nuevas, pero creo que sobre todo los escaladores, los montañeros que nos dedicamos a esto tenemos la responsabilidad de siempre mirar más allá y a no ser que sean cosas muy específicas, a poder no ir a repetir.
Estáis de gira dando conferencias por media España ¿Cómo está respondiendo la gente en vuestras charlas? ¿alguna anécdota?
El otoño para nosotros es época de giras, de reuniones con sponsors de proyecciones, de conferencias, muchos compromisos. Lo hemos asumido, bajamos un poquito el nivel, entrenamos lo que podemos, pero tenemos menos tiempo para salir al monte. Y bueno, las charlas han ido muy bien, hemos dado muchas, es el momento también de llegar al público. Nosotros en el monte estamos prácticamente solos, no vemos a nadie, con el tipo de montaña que hacemos además no coincidimos con prácticamente nadie, con otras expediciones, al buscar sitios remotos y raros, no compartimos expediciones.
Entonces, este es el momento de que la gente nos de dos palmadas, de que la gente nos pregunte, es el momento de contacto con el público, de sentir el calor. O sea que para nosotros es un momento muy reconfortante y muy bonito.
Hemos dado un montón de proyecciones este año, hubo momentos muy chulos. La verdad es que nos hemos quedado un poco marcados con todas ellas, pero ha sido bonito también dar proyecciones en Gran Canaria, que es gente que tiene una relación muchas veces lejana con las grandes montañas, pero que han acudido en masa a vernos. La verdad es que a todos los sitios que hemos ido hemos recibido ese calor que te decía, las salas han estado llenas. Es reconfortante ver que no estás solo en esto, y que la gente de montaña, que es tu misma gente, te sigue, te echa una mano, te apoya, te anima, y bueno, estar en contacto con ellos que tienen los mismos sueños que tú, te lleva muchas veces a otra escala, ya que son los mismos sueños, la misma manera de sentir en el monte, la misma incertidumbre, la misma angustia muchas veces o el mismo miedo incluso, haciendo la actividad. Es muy reconfortante poder compartir con toda esta gente.
Eneko es de los hermanos el más alpinista ¿Ves futuro en nuestro país con las nuevas generaciones?
Respecto al futuro del alpinismo, por supuesto, claro que veo futuro en el alpinismo. Si nos fijamos un poco en Argentina, yo creo que Argentina tiene grandes montañas, por una parte en el norte, los Andes, con las montañas grandes, o por el Aconcagua, al final siempre va a dar alpinistas, andinistas en este caso.
También tenemos por el sur todo el macizo de la Patagonia. Esto siempre hace que vayan a salir alpinistas, porque son montañas preciosas a las que todo el mundo quiere ascender.
En España podría suceder un poquito lo mismo, pero que pasa, que en general la sociedad a nivel internacional se ha aburguesado mucho, vivimos mucho mejor, mucho más cómodos y eso hace que la gente quiera sufrir mucho menos. Y en el monte al final se sufre. Hay que ganarse la cumbre, hay que ganarse la actividad, hay que ganarse todo.
Y la juventud yo creo que no viene por ahí. No viene con estos valores, viene con valores más cómodos, de éxitos a corto plazo y que salgan de una manera fácil. Entonces esto nos está dando problemas de cara a la próxima generación, pero también es cierto que los que salen realmente de esta generación, normalmente es gente muy fuerte.
Los que llegan arriba son muy fuertes porque es gente muy tecnificada, a nivel entrenamiento se ha avanzado muchísimo, a nivel de estructura para entrenar también, es el caso de los rocódromos. Tienen un montón de posibilidades. Incluso tienen más dinero, eso quiere decir que puedes viajar más, que te puedes mover mucho más de lo que nos movíamos nosotros cuando empezamos.
Yo creo que el futuro está garantizado quizás no a nivel de masa como hace unos años, pero si a un nivel que se hagan muchas actividades, cada vez más deportivas que era lo que te comentaba un poquito antes. Con menos carácter de aventura y más basadas en el número. Yo creo que por ahí no vamos a mejor, pero bueno, también es verdad que cuando se hace son actividades en general muy muy punteras.
¿Cómo veis que la escalada sea olímpica? Si os llamaran, ¿aceptaríais?
Nosotros somos muy escépticos con esto. Siempre que nos han preguntado hemos dicho lo mismo, no es una historia en la que creamos especialmente. Nosotros no hemos competido. Iker compitió una vez hace unos cuantos años y nos dimos cuenta que no era lo nuestro. Nosotros somos gente que nos gusta superarnos en el monte, que nos gusta medirnos con nuestras posibilidades, que nos gusta crecer, tanto como montañeros como personas, creo que las dos cosas van muy unidas, pero no vemos que la competición ayude en ese aspecto, en esos valores de montaña.
Probablemente todo lo contrario. La competición reglada acaba trayendo a la montaña una competición de esas que no se ven pero que están ahí. Acabas encontrándote con escaladores que vienen del mundo de la competición pero que claramente no se están midiendo con la montaña, con la pared, o con la escalada, sino que se están midiendo con el de al lado.
Pero entendemos también, que la gente joven sobre todo, necesita un poquito competir, lo ve como algo importante, y muchas veces si no puede competir se pasa a otro deporte. Entonces desde luego, tiene cabida. Nosotros incluso en su momento organizamos competiciones, las apoyamos pero para nada pensamos que sea una parte esencial de la montaña. Creo que este es el problema.
Un poquito intentar como la montaña, la escalada y este tipo de actividades de montaña no se entienden muy bien en la sociedad, creo que es una manera de intentar acercar a la sociedad. Pero no creo que seamos nosotros los que tengamos que acercarnos a la sociedad. La sociedad se tendrá que acercar a la montaña si realmente le interesa romper con ciertas cosas que tiene la sociedad como esa competitividad máxima que se lleva tanto hoy en día y estas historias que al final para nosotros lo que hacen es perjudicar un poquito nuestros valores, de compañerismo, de solidaridad, de afán de superación.
Tenemos un montón de valores bonitos, que yo creo que lo que hace la competición es tirarlos abajo. Desde luego que si nos llamarían tampoco acudiríamos. Bueno, la realidad es que tampoco tenemos el nivel para hacer algo en las olimpíadas. Tendríamos que competir con jóvenes de 15 a 22 años que están fortísimos escalando en Indoor, en la pared y con las presas, no tendríamos nada que hacer en esa historia. Pero bueno, dicho esto tampoco lo tiramos por tierra. Pensamos también que tiene que haber espacio para todo el mundo. Pero seguimos pensando que nunca la competición, tampoco las olimpíadas, tienen que ser ninguna parte esencial del mundo de la montaña. También es cierto con esto que nosotros tenemos cierta edad, venimos de un punto de vista muy romántico de la montaña y de sus grandes valores, y bueno, nos cuesta encajar en este tipo de cosas, pero probablemente sea el futuro y es lo que nos toca ver en los próximos años.
¿Creéis que después de las olimpiadas las marcas más comerciales apoyaran a los escaladores y sus proyectos?
La verdad es que no. No pensamos que las olimpíadas vayan a traer más apoyo económico. Lo que van a hacer es hacer un deporte de competición mucho más claro con sus planes especiales para llegar a las olimpíadas en condiciones como hay en cualquier otro deporte, sus medallas, sus historias, lo más probable es que la mayoría de esa gente ni pase a roca en los años venideros. O sea simplemente hagan una carrera dedicada a la competición y a las medallas, y ya está. Yo creo que no va a haber prácticamente relación.
Y como comentaba, la relación que puede haber en todo caso, no será especialmente positiva, porque los que pasen pasarán en un afán de competición muy claro, entonces será gente que por el hecho de estar allá arriba, será capaz de doparse, mentir, etc. No creo que nos vaya a traer nada bueno. Y en todo caso el dinero que genere todo eso va a ser para la propia competición, no para la aventura.
Creo que en todo caso será al revés, o sea la aventura perderá apoyo a favor de la competición que es lo que será socialmente reconocido a través de una medalla. Nosotros la verdad es que no le vemos prácticamente nada positivo a esta historia, más allá de que sirva para alimentar a las federaciones, a los estamentos deportivos. Se va a retroalimentar. El hecho que entre dinero será exclusivamente para la competición. No creo que ese dinero vaya a salir fuera ni sirva para apoyar otras historias que nosotros creemos mucho más interesantes, mucho más importantes y mucho mas montañeras.
En la actualidad, se están dando una serie de accidentes mortales en toda la geografía española con fallecidos y heridos muy graves. ¿Creéis que en este país falta información y formación sobre actividades de alto riesgo?
Respecto a los accidentes, creo que por una parte es normal, es parte de la estadística. Mucha más gente hace montaña de la que hacía hace unos años, llegar al monte es mucho más fácil, todo el mundo tiene vehículos, todo el mundo tiene "dinero" entre comillas, o casi todo el mundo, para poder comprar material, llega mucha gente de deportes que pueden ser paralelos como ser la bicicleta de montaña, incluso la bicicleta de carretera, el trail running, el correr, mucha gente se está pasando al monte.
Entonces toda esta gente al final necesita unos años de formación, unos años de poder entender lo que es el monte, independientemente de la actividad física y deportiva, porque toda esta gente que viene un poquito del mundo paralelo al monte, son en general grandes atletas, pero hay que entender que al final la montaña no es solo la actividad deportiva. Hay que sobrevivir. Desde una expedición hasta una pequeña actividad en cualquiera de nuestros macizos montañosos. Entonces eso tiene una secuencia, una carrera por detrás, tienes que meterle horas, tienes que ir aprendiendo poco a poco, porque por muy fuerte que estés, tú tienes que ponerte un poquito las pilas en lo que es a nivel de seguridad, en conocer un poquito el monte.
Yo creo que al final toda esta gente que se está sumando al monte y a la escalada porque ahora mismo, son deportes muy de moda, porque a raíz de la crisis la gente ha tenido tiempo, no tenía mucho dinero y veía la manera de disfrutar de ese tiempo, pasarla bien y no gastar demasiado dinero. Y por eso creo que mucha gente ha pasado al mundo del monte. Bienvenida sea toda esa gente, pero como comentas yo creo que al final tenemos que intentar minimizar esos accidentes y para eso hace falta formación, que la gente haga cursos de escalada, de alpinismo de montaña, lo que haga falta, para ir formados y minimizados en cuanto a riesgos de la mejor manera posible.
¿Alpinismo clásico o estilo alpino actual?
Las dos cosas tienen cabida. Yo creo que cada uno tiene que disfrutar de la montaña de la manera que la apetezca, de la manera que le guste. Realmente para poder hacer estilo alpino depende de qué sitios, se necesita muchísima experiencia y ser un gran alpinista, no todo el mundo está capacitado para hacer una buena actividad en estilo alpino.
Es peligroso, es muy comprometido, y tienes que ser una persona técnicamente muy buena y además muy rápido. Entonces yo creo que no está para todo el mundo. Yo creo que los dos estilos.
Además según en qué etapa de tu vida estés puedes hacer uno o hacer el otro. Cuando quieres hacer algo muy chulo y estás muy preparado vas a una actividad en estilo alpino, cuando no tienes ganas de arriesgarte tanto y quieres algo más tranquilo y disfrutar del monte, pues alpinismo clásico. Creo que en la montaña, en todas sus facetas, tiene que dar cabida a todo el mundo. Creo que hay pocas actividades o pocos deportes, tan democráticos como la nuestra. Y tiene que seguir así, que cada uno disfrute de la montaña de la mejor manera posible.
¿Cómo gestionáis el tema de la esponsorización? ¿Estáis buscando todo el tiempo compañías o empresas que inviertan en vuestra filosofía?
La esponsorización al final es el caballo de batalla de un montañero profesional. Es el caballo de batalla porque a nosotros lo que nos gusta es estar en el monte. Buscar esponsorización te saca de él y encima tienes que hacerle entender a gente que en la mayoría de los casos no viene de nuestro mundo montañero.
Tienes que hacerle entender valores que normalmente están lejos de los valores que tienen las empresas, que básicamente pueden ser optimizar recursos y sacar beneficios. Entonces es un poquito complicado. Creo que tenemos valores importantísimos para la sociedad, creo que también importantísimos para las empresas, para instituciones. Pero claro, hacerle entender esas cosas a gente que no es de tu mundo y que se mueve en otros parámetros en los que básicamente es saber cuánto pongo para saber cuánto saco y a ver si gano o no gano, pues es muy difícil hacer entender todo esto que te he contado con anterioridad.
Pero bueno, ahí está un poquito el arte. Intentar convencer a esta gente. Y normalmente si te fijas, cuando una empresa entra, es normalmente porque hay alguien afín, que es acorde a tu manera de pensar, o sea alguien afín a tus valores. Entonces, por ahí suelen entrar. Estamos en continua pelea con esto porque sabemos que lo nuestro va a ser una carrera muy larga, nosotros empezamos desde pequeños en el monte, de la mano de nuestros padres, hoy en día también llegamos a hacer alguna actividad con ellos, lo hacemos sobre todo con otros compañeros, y sabemos que seguiremos haciendo montaña hasta que podamos, hasta que tengamos uso de razón, porque es realmente lo que nos gusta.
Ahora mismo lo hacemos de una manera profesional, pero en un futuro, cuando no tengamos esos apoyos, será otra vez, como cuando empezamos, de una manera totalmente altruista. Pero bueno los sponsors hay que intentar buscarlos durante toda esta etapa que estamos viviendo ahora. Ahora mismo estamos a la búsqueda de otro sponsor grande que necesitamos para salir adelante con los proyectos.
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Muchisimas gracias Iker y Eneko por este maravilloso testimonio.
Entrega 1 de 5 : El Rossiya. Un tren con más de cien años de historia, donde se mezclan distintas culturas a lo largo de sus más de nueve mil kilómetros de recorrido.
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