Todas las fotografías cortesía de Elia Saikaly
Elia Saikaly es un cineasta canadiense galardonado que ha realizado diversas incursiones en todo el mundo junto a su cámara. Comenzó su carrera como cineasta de aventuras en las laderas del monte Everest, donde se propuso honrar la vida de su mentor caído. Con más de 16 expediciones en su haber, Elia ha demostrado una y otra vez que tiene la determinación, la resistencia, la habilidad, el ingenio y la visión necesarios para afrontar los mayores desafíos.
Elia estuvo en el K2 invernal para documentar el ascenso de dos de los tres escaladores desaparecidos por estos momentos, John Snorri y Ali Sadpara. Elia estuvo en lo alto de la montaña, aquél 4 de febrero, donde una serie de hechos relevantes fueron sucediéndose, como caldo de cultivo para una tragedia.
Hace un par de días Elia publicó una nota en su propio blog, donde habla en detalle de esas horas cruciales, cuando tuvo que pegar la vuelta porque el oxígeno que había sido planificado en determinado lugar, no estaba al momento de llegar. Desde ese instante, la expedición pasó a ser un evento de supervivencia.
Este testimonio de Elia, relatando los hechos de aquel día trágico en la historia del K2, marca un trasfondo que venimos señalando desde mucho antes que esta temporada se ponga en marcha, inclusive, que señalamos hace pocos días, en una nota una vez conocidos todos estos hechos.
Salta a la vista del relato de Elia alguna deficiencia en la previsión de la empresa que prestó la logística en el K2, al menos para la gran mayoría de los escaladores occidentales. El hecho que el personal responsable de dicha empresa abandonara el campo base una vez retornados todos los escaladores, aún con uno de sus clientes en condición de desaparecido, nos referimos al chileno Juan Pablo Mohr, aún en la montaña, es un hecho fuerte y relevante, que debiéramos tomar en consideración.
Hacemos la aclaración que tanto Ali Sadpara como John Snorri, fueron con una expedición local que les dio soporte, que no fue la misma que la de Mohr.
En el mismo relato, se hace evidente también otro hecho señalado en nuestras crónicas previas, respecto a la falta de espacio físico por encima del C3 y en ocasión del empuje final a la cumbre. Ni más ni menos que lo que hemos destacado inclusive antes de arrancar esta temporada, no con el diario del lunes; si, con el sentido común como precepto.
Veamos entonces, los hechos, relatados por el propio Elia Saikaly.
«Lo que estábamos escuchando por las transmisiones de radio en K2 la noche del 4 de febrero fue alarmante. Ese tipo se va a suicidar. Dijo un escalador respecto de otro que estaba decidido a intentar la cumbre.
Había más de 25 personas en el campamento alto 3, la noche del 4 de febrero. Los escaladores se vieron obligados a amontonarse en tiendas de campaña como sardinas en una lata y se suponía que debíamos estar allí con ellos, acampados en nuestra propia tienda personal que llevábamos en ese momento. Según el destino, hubo un grave problema de mala gestión del oxígeno y el oxígeno que compramos no estaba donde se suponía que debía estar. Hubo confusión sobre una simple transacción que hicimos. Compramos 6 botellas de oxígeno que se suponía que debían estar todas en un solo lugar. No estaban donde se suponía que debían estar. Dado que habíamos llegado tarde al K2 y estábamos en un plan de aclimatación rápido 100% dependiente del oxígeno suplementario, sabíamos que estaríamos muertos sin él. Como resultado, abandonamos nuestra escalada y filmación debido a este error logístico. Un error que no cometimos nosotros y que puede haber salvado nuestras vidas.»
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«Bajamos al campamento japonés 3 y montamos una carpa para pasar la noche en las brutales temperaturas de -35 ° C. Nuestras estufas apenas funcionaban para derretir el hielo y nuestra única salvación era el calor producido por tres hombres acurrucados juntos, protegidos solo de los elementos por una tela de nailon. Esto era Disneylandia en comparación con lo que se estaba desarrollando más arriba.»
«Estábamos molestos por nuestro oxígeno, pero teníamos la experiencia y la sensatez suficiente para saber que no se podía hacer nada. Nuestra expedición había terminado. Ahora se trataba de supervivencia. Nos habíamos posicionado en solo 2.5 semanas para intentar seguir a nuestros compañeros de equipo / sujetos de película Ali Sadpara, su hijo Sajid y John Snorri en su intento de cumbre de K2. Era un plan ambicioso dado que habían estado en la montaña desde el 5 de diciembre y estaban muy bien aclimatados, pero estábamos allí, en posición, con 15 años de experiencia en alturas extremas, preparados y listos para filmar tan alto como pudiéramos. Listos para dar la vuelta en cualquier momento.
A las 11 de la noche apagamos la radio para conservar la batería y nos sometimos a la implacable noche de invierno y aceptamos que no podríamos saber el resultado de la expedición de nuestros amigos hasta el día siguiente. Sabíamos que eran autosuficientes, sabíamos que eran el equipo más fuerte y calificado de la montaña y confiamos el resultado a su vasta experiencia, voluntad y determinación.»
«Es difícil saber qué cuerda elegir al descender K2 porque hay muchas cuerdas viejas. Debes estar consciente y sentirte cómodo con el hecho de que si tomas la decisión equivocada y la cuerda no aguanta tu peso, terminarás muerto. Para mí fue un descenso cuidadoso y calculado de triple línea de seguridad. Cuando había una duda sobre la línea, me sujetaba a varias cuerdas con una de mis líneas de seguridad y confiaba en la cuerda que creíamos que era la nueva. Tengo que agradecer a mi amigo y compañero de escalada Pasang Kaji Sherpa por ayudarme a validar la integridad de cada cuerda.»
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«A medio camino de la pirámide negra, mientras hacía rappel verticalmente y confiaba mi vida en la línea de seguridad correcta, un cuerpo voló directamente sobre mi cabeza de la nada. No hubo ninguna advertencia. No hubo gritos. No hubo sonido. Sólo la terrible visión de un ser humano envuelto en un traje de plumas de color rojo brillante pasó por encima de mi cabeza. Grité con horror.»
«Era Atanas Skatov. Voló a pocos centímetros de la cabeza de Pasang Kaji mientras descendía y justo sobre la mía.
«Observé durante 5-10 segundos mientras caía y se volcaba varias veces, rebotando en las duras y heladas laderas de K2. Mi pensamiento inmediato fue que su novia Sheny estaba en el campo base, acompañando a Atanas en su viaje hasta el segundo pico más alto del mundo, y que estaría destrozada con esta noticia, al igual que muchos otros. Lo que le pasó a Atanas fue la peor pesadilla de todos los escaladores.»
«En algún momento, el cuerpo de Atanas fue expulsado de su traje. Se deslizó montaña abajo hasta la base de K2 cerca del ABC y su traje permaneció en la colina, encajado entre la nieve en algún lugar entre el campamento japonés 3 y el campamento 1.»
Lakpa Dendi, compañero de escalada de Atanas y guía sherpa estaba en un estado de angustia silencioso, aunque controlado. Fuimos los primeros en verlo después del accidente. Lakpa nos mostró el video que grabó momentos antes de que Atanas cayera. Atanas se veía sólido en el video. Acababa de engancharse a una línea de seguridad y utilizó su ATC para descender por las cuerdas fijas. No había nada fuera de lo común en el video.
Estuve en una expedición anterior con Lakpa y es uno de los escaladores más amables y competentes que existen. Sabía que estaba sufriendo por la pérdida de su amigo y cliente. Me sentí terrible por él, nada podría ser peor.»
«Es imposible explicar exactamente lo que sucedió ya que nadie presenció la serie de movimientos que hizo Atanas antes de caer, pero se especula que cometió un error al cambiar de línea. En el momento en que suelta su seguridad y confía todo su peso (y vida) a la línea de seguridad con su dispositivo de rappel, está confiando en el hecho de que no ha cometido un error, porque morirá si lo ha hecho. K2 es empinado e implacable. Si te caes, es probable que no te detengas hasta que llegues al pie de la montaña.
No conocía a Atanas, pero me encontré con él algunas veces en el campo base y me crucé con él en el campo 2. La última vez que lo vi vivo, me saludó a través del vestíbulo de la tienda y me dijo «Hola Elia».
«En mi humilde opinión, por todo lo que vi y entendí de Lakpa, el accidente de Atanas fue, de hecho, un accidente. Probablemente cometió un error al cambiar las cuerdas y, lamentablemente, le costó la vida.»
«Sheny (la novia de Atanas) me preguntó sobre la cuerda. Le dije que la cuerda no estaba cortada, yo bajé por la misma cuerda y él cometió un error al cambiar la seguridad «. Lakpa Dendi.
Descanse en paz Atanas.
Elia
Fuente: Blog de Elia Saikaly
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