Everest por el Corredor
Hornbein
El montañero alavés
Alberto Zerain ha alcanzado la base del corredor Hornbein en el Everest y, en
función de la evolución de la meteorología, planea el ataque
a la cumbre en los próximos días.
Según relata en el
blog de la expedición, a pesar de la nieve que les llega hasta las rodillas,
Juan Carlos Arrieta y Alberto Zerain han podido llegar a la base del corredor
Hornbein, tener una visión completa de toda la ruta y comprobar que se
encuentra en mejores condiciones de lo esperado.
La luna llena de estos días
puede traer unos días de estabilidad y ausencia de precipitaciones lo
que facilitaría a Alberto Zerain "atacar una de estas noches, con
idea de llegar a un vivac a 7.900 metros", ha explicado.
Alberto Zerain inició
el pasado mes de agosto la expedición para tratar de coronar los 8.848
metros del Everest en solitario a través del corredor Hornbein y en estilo
alpino.
El alavés ya ha superado
el periodo de aclimatación y en las últimas fechas las abundantes
nevadas le han impedido hacer las marchas de aproximación hacia la vía
que le puede llevar a coronar su objetivo: "Ayer, 18 de septiembre,
cumpleaños de mi hijo Andoni, pasamos noche en el campo cercano a la pared.
Como siempre, anduvimos de prisa y corriendo porque, ya llegando, la nieve nos
pilló y nos puso las cosas, como siempre, incómodas. Los compañeros italianos
estaban ya en los sacos y se encuentran aclimatando a la vez que van subiendo
cosas. Con la que ha caído esta noche, hubiera parecido lógico que nos hubiera
dado por descender hasta el campo chino, sin embargo, hemos querido ir hasta
la base del corredor, para lo que hemos tenido que esforzarnos bastante por
recorrer todo el tramo, con la nieve casi hasta las rodillas. Ya frente a la
pared, en un momento en que el sol se ha impuesto, hemos visto la ruta y realmente
se encuentra mejor de lo que pensaba. Como si la nieve que cae diariamente tuviese
que ver más con las zonas que rondan los 6000 metros. Así que, de momento, nos
quedamos otra noche aquí y pasamos de realizar otro maratón entre piedras, tierra
y hielo. Ojalá que la noche de luna llena se mantenga sin precipitaciones porque,
si es así, estaríamos pensando en atacar una de estas noches, con idea de llegar
a un vivac algo más abajo del Hornbein, a 7900 metros. A partir de aquí, iremos
informando. Un cordial saludo desde los pies de la pared para todos los que
siguen este reto".
Por su parte, en la misma
vía, los italianos Edmond Joyeusaz, Gianluca Marra Y Francesco Civra
Dano, se encuentran trabajando sobre la misma vía habiendo alcanzado
en el día de ayer los 6000m del campo 1.
Carlos Pauner progresa
en el Manaslu
Las noticias que nos llegan
desde el Manaslu, nos hablan de un tiempo nada favorable que le permita a Carlos
Pauner poder seguir avanzando en la expedición por lo menos hasta el
día de hoy, cuando según los partes meteorológicos, el
tiempo podría mejorar.
Desde que esta misma semana
dejaran equipado el Campo I, se encuentran en el CB donde sigue lloviendo sin
parar, la humedad les incomoda para el día a día, se quedan sin
energía porque las placas solares no rinden por falta de luz.
Los planes se basan entonces
en una mejora climática para el día 20 que pueda permitirles un
nuevo el ascenso hasta el Campo I, Campo que lo más seguro tengan que
desenterrar de la nieve caída y subir hasta los 6.800m donde quieren
ubicar el Campo II.
El tiempo va apremiando
pero según afirma el jefe de expedición Carlos Pauner, si las
lluvias remiten, tendrán ese huevo necesario para llevar a cabo sus planes
y poder atacar la cima a finales de septiembre conforme a lo previsto: "Tras
diez días de campo base y una tímida incursión en el campo 1, aquí seguimos,
en nuestro pequeño agujero lleno de agua, que se alimenta diariamente de mucho
más líquido elemento. Los cielos oscuros no han dejado de arrojar lluvia sobre
nosotros ni de día, ni de noche. La protección que nos ofrecen las tiendas poco
a poco se ha ido debilitando y la humedad se ha adueñado de todo y de todos.
Tenemos la sensación de vivir en una de esas trincheras que describía tan maravillosamente
Ernst Jüger durante el transcurso de la primera guerra mundial, agazapados en
unos miserables agujeros, manteniendo la posición, esperando poder salir en
algún momento hacia la primera línea, hacia los objetivos. En nuestro caso,
con menos miseria y también con menos belicosidad, así mismo esperamos que este
mar de agua cese de una vez, que en altura deje de caer nieve que a buen seguro
ha sepultado todo nuestro trabajo anterior y que podamos seguir avanzando en
nuestro camino y sobre todo, abandonar de una vez este tedio húmedo y desquiciante.
La falta de luz también nos ocasiona la falta de energía para todos nuestros
aparatos y nos ha hecho aprender a economizar todo y usar tan sólo lo estrictamente
imprescindible. Cada nueva mañana miramos con esperanza al cielo, pero siempre
es lo mismo, una visión gris plomiza que revienta en forma de gruesas gotas
de agua, no por esperadas menos odiadas. Pasan los días y nos hemos adaptado
a esta forma de vida un tanto mísera y ralentizada. Esperamos con anhelo que
las aguas vuelvan a su cauce y que días más amables vengan hasta nosotros. De
momento la montaña se muestra inaccesible, defendida por su barrera de nieves
inestables y sólo nos queda esperar. Seguimos refugiados en nuestra trinchera,
aguardando ese momento de poder cruzar las líneas «enemigas» y librar nuestro
particular combate cuerpo a cuerpo con las dificultades que sin duda, nos va
a presentar esta colosal montaña del Himalaya. " Carlos.
Cho Oyu
La principal noticia respecto
al Cho Oyu radica en una avalancha que se produjo en las proximidades de los
8000m el pasado viernes 17 y que sorprendió a un grupo de seis sherpas
de Jagged-Globe expeditions que se encontraban en la tarea de la instalación
de cuerdas fijas para que luego puedan ser utilizadas por sus clientes, tal
como sucede habitualmente en sus expediciones. Según indican las informaciones,
el hecho no produjo afortunadamente ningúna víctima, pero todos
ellos debieron ser descendidos al campo base.
Aquí el italiano
Walter Nones se encuentra establecido desde el pasado 17 en el campo base avanzado.
Mientras tanto en forma paralela, la expedición argentina Cho Oyu 2010
alcanzó el C1 en lo que respecta al porteo de equipos, al igual que la
expedición Argentina al Himalaya 2010.