Por
Carlos Eduardo González – De la redacción de Alpinismonline
Fotos: Carlos Eduardo González – Marzo 2008
La
localidad de Uspallata en el departamento de Las Heras en la Provincia
de Mendoza, tiene la particularidad de encontrarse en un punto intermedio
entre la ciudad de Mendoza y el eje central de la Cordillera de Los Andes.
Enclavada en el valle del mismo nombre, constituye un oasis en medio de
un area áspera y rocosa, pero extremadamente desbordante de belleza.

Imagen satelital del extremo Noroeste
de la Provincia de Mendoza con el valle de Uspallata en su parte central.
La
ruta internacional número 7 que conecta Argentina y Chile a través
del Tunel Cristo Redentor, ofrece en su trayecto de casi 200 km entre
la Ciudad de Mendoza y la localidad fronteriza de Las Cuevas, un paisaje
muy particular y magestuoso, bordeado por altísimas cumbres que
nos hacen sentir en cada paso recorrido cada vez mas pequeños ante
tal impresionante muestra de la naturaleza.
Precisamente
arribando a la localidad de Uspallata, distante 107 km de la ciudad capital
de la provincia, podemos encontrar un camino que nos conduce a uno de
los lugares mas desolados y hermosos de la precordillera mendocina: la
región del Cordón de Bonilla.
Para
acceder a esta ruta solo basta con llegar al centro mismo de la localidad.
Hacia la izquierda, la ruta 7 continúa su trayecto hacia el límite
internacional, hacia la derecha, siguiendo la avenida principal de Uspallata
llegaremos a ella tras recorrer un par de kilómetros.
Inmediatamente
el camino comienza su ascenso vertiginoso hacia el corazón mismo
de la Precordillera mendocina. A medida que comenzamos a ascender por
el, podremos contemplar una gran parte del valle mas alto fuera de Asia:
el Valle de Uspallata a 1900m sobre el nivel del mar.

Imagen satelital del area ampliada
del mapa anterior donde observamos a la izquierda la localidad de Uspallata,
con sus parcelas sembradas y dos caminos que emergen de esta y se unen
dando comienzo a esta travesía, cuyo principal centro es el Cerro
de los Siete Colores, en plena Precordillera mendocina y en el corazón
del Cordón de Bonilla.
Un
antigüo camino de piedra y ripio que llega inclusive hasta la misma
ciudad de Mendoza, atravesando este amplio sector de la precordillera,
nos entrega un ambiente de soledad y profundo silencio, bordeado por cerros
escarpados de singular belleza y un interesante medio para la práctica
del montañismo en todas sus versiones: treeking, cabalgata o inclusive
el recorrido con cualquier tipo de vehículos.
Y
así, como dijimos en los comienzos de este artículo, un
lugar donde el silencio se percibe en todo su esplendor. Donde
puedes escuchar tan solo tu respiración y tus latidos, donde logras
descubrir la verdadera esencia del silencio. Allí te das
cuenta entonces de qué se trata éste.
Una geografía agreste y
tentadora para la práctica de la escalada en piedra
A
una distancia de unos siete kilómetros desde el mismo centro de
Uspallata, encontraremos uno de los puntos centrales de este recorrido:
el cerro de los siete colores. Un conjunto de elevaciones con un colorido
muy particular que resalta a simple vista respecto del entorno al que
veníamos acostumbrados en el recorrido.
El cerro de los siete colores
Pueden
recorrerse además un importante número de caminos que emergen
al paso del camino principal. Uno de ellos nos llevará a una mina
de talco abandonada, donde podremos encontrar en los alrededores, distintos
tipos de minerales que denotan la presencia del talco con el simple hecho
de palparlas con nuestras propias manos.
La mina de talco abandonada. Lo
que fue seguramente el albergue de quienes trabajaban en ella.
Todo
este ambiente de montaña y soledad, crean un ambiente muy propicio
para la escalada, donde podrán encontrar distintas posibilidades
con diferentes grados de complejidad, tal puede apreciarse en las imágenes
que aquí les presentamos.
Vista en dirección al valle
de Uspallata desde el Cerro de los Siete Colores.
Continuando
por el camino que nos lleva al cerro de los siete colores, el recorrido
comienza poco a poco a hacerse mas empinado. Actualmente y apenas abandonamos
dicho cerro, se pueden encontrar carteles de advertencia acerca de lo
cuidadosos que debemos ser al tomar este camino en cualquier vehículo
que no sean nuestras propias piernas.
El camino que emerge mas allá
del Cerro de los Siete colores.
Esto
pudimos comprobarlo claramente al tomar las imágenes que acompañan
esta nota, donde superficies de piedras de distinto tamaño y consistencia
se alternan entre cornisas rocosas y muy estrechas, que requieren de vehículos
preparados para dicha travesía.
Desde uno de los puntos mas altos
y distantes al que accedimos puede verse el intrincado ir y venir del
camino desde una altura aproximada a los 2.800m. A lo lejos, bajo el manto
de nubes mas próximas se extiende el Valle de Uspallata, distante
unos 25 km de este paraje. Un poco mas atrás, las mismas nubes
acariciando las cumbres mas altas de la Cordillera del Tigre. Próximo
al límite de visibilidad, los gigantes andinos, entre ellos el
Aconcagua, a mas de 100km de distancia de este punto.
Lo
conveniente por supuesto, es realizarlo a caballo o simplemente a través
del treeking. Seguramente encontraran un ambiente de paz, silencio y en
plena conjunción con la propia naturaleza. Un lugar altamente recomendable.
Todo
el material fotográfico de esta nota:
Las caprichosas formas en las
cercanías del cerro de los siete colores.
Mas del Cerro de los Siete colores.
Vista desde lo alto del Cerro
de los siete colores.
Desde la misma posición
pero sin zoom.
Un horno de barro en las cercanías
de las minas de talco.
Ascendiendo hacia el corazón
del cordón de Bonilla. A lo lejos la Cordillera del Tigre.
La misma imagen que la anterior
pero aplicando un zoom. Comienzan a vislumbrarse al fondo los gigantes
andinos con sus cumbres nevadas.
Otro punto de este recorrido pero
desde una distancia mayor. Las dos imágenes anteriores están
tomadas desde la curva del camino situada en la parte inferior de esta
fotografía.
Una imagen desde el punto mas
alto de esta travesía. El camino que asciende tiene una pendiente
aproximada de 35 grados y mas en su punto mas alto. Donde los vehículos
que no son todo terreno dicen "basta, hasta aquí
llegué".
Detrás de los cerros ubicados
en segundo plano se extiende el Valle de Uspallata. Al fondo pueden apreciarse
los picos nevados del cordón principal de la Cordillera de los
Andes a una distancia aproximada de 120 km desde el punto donde fue tomada
la imagen.
Una aspecto de la meseta central
localizada dentro del Cordón de Bonilla. El camino que se aprecia
en la misma conduce hasta la ciudad de Mendoza tras un zigzagueo contínuo
de mas de 100km, hoy en día muy poco transitado y con sectores
donde se hace imposible hacerlo sin un vehículo todo terreno.
Otro aspecto del camino dentro
del Cordón de Bonilla con vista hacia el norte. La precordillera
de Los Andes en todo su esplendor.
Vista satelital del sector donde
se encuentra el cerro de los Siete Colores. Hacia la derecha el camino
continúa hacia la Ciudad de Mendoza. En la parte central y hacia
el norte, una bifurcación que conduce a las minas de talco.
