Fuente: Diario Los Andes
Con tan sólo 14 años, la rumana Crina Coco Popescu se transformó en la primera andinista de tan corta edad en escalar el Aconcagua por el Glaciar de los Polacos, una de las rutas más críticas para el ascenso de los montañistas.
Aunque esa no fue la única hazaña que llevó adelante la deportista. Unos días antes de pisar el suelo del Coloso de América, la joven estableció otro récord al hacer cumbre en el volcán más alto de todos los continentes, el Ojos del Salado (de casi 7 mil metros de altura), en el límite entre Argentina y Chile.
La buena noticia se sumó a la osadía que realizaron cuatro militares colombianos el jueves 22 de enero. Ese día, los hombres conquistaron la cumbre del Aconcagua a pesar de que cada uno perdió una de sus piernas en medio de los conflictos armados que enfrenta su país. Sin embargo, el ascenso de Popescu también aparece en medio de una temporada cargada de rescates, evacuados y varias víctimas en lo que va del año.
Aunque no hubo nada que impidiera que la chica alcanzara uno de los objetivos que tenía en mente desde que comenzó a incursionar en el andinismo, a los 10 años de la mano de su padre, quien ahora es su entrenador personal.
Por eso, para ella el montañismo hace tiempo que dejó de ser un deporte para transformarse en un verdadero estilo de vida. «En la montaña uno se encuentra al lado de un amigo que se siente», expresa Popescu en uno de los sitios internacionales que relatan su proeza.
En su historial figuran varios ascensos a reconocidas cumbres de Irán, Europa y Asia. Así, luego de estas experiencias, su mirada se posó en tierras sudamericanas. Popescu llegó a los pies del Ojos del Salado a fines de diciembre del año pasado junto con su grupo de expedición, el club «Montan Altitudine», de la ciudad de Rasnov en Rumania.
Popescu alcanzó el pico del volcán más alto del mundo el 28 de diciembre, a las 15.30, en 12 horas y totalmente sola, luego de que su equipo decidiera abandonar el ascenso poco antes de llegar a la cumbre. De esta manera, la andinista se transformó en la deportista más joven en escalar este tipo de formaciones.
Además, la experiencia le sirvió a Popescu para aclimatarse antes de tomar contacto con el Aconcagua. Allí, la expedición llegó el 3 de enero y pocos días después la joven alcanzó la cima del Coloso de América (6.962 metros sobre el nivel del mar) ingresando por uno de los sectores más complicados que tiene el lugar, el Glaciar de los Polacos.
Con esa nueva travesía, la joven también batió el récord mundial. Es que si bien, algunos menores de edad ya han dejado sus marcas en la cumbre del cerro, todos ellos han realizado sus expediciones atravesando las rutas normales que ofrece el Centinela de Piedra.
El último caso fue el del pequeño estadounidense de 10 años, Matthew Moniz, quien superó a otro chico de 11 años que subió el Aconcagua en enero de 2008. Moniz hizo cumbre en una jornada signada de buen tiempo, junto con su padre (Mike) y un amigo de éste, el 16 de diciembre del año pasado.
Es por eso que varias páginas de Internet y diarios de su país se ocuparon de contar la historia de la joven rumana de 14 años que se animó a llegar a la cima del Aconcagua por una de las rutas más desafiantes que existe para los miles de andinistas que todos los años visitan el lugar.
