El Pissis, el volcán más alto del
mundo, es una de las montañas más bellas de la cuenca de
la Salina de la Laguna Verde. Se encuentra ubicado enteramente en territorio
argentino, en el límite de las provincias de Catamarca y La Rioja.
Considerado la segunda cumbre de América, fue visitado en escasas
oportunidades hasta 1994. Poca información y una aproximación
de más de 100 kilómetros a través de la inhóspita
Puna de Atacama lo mantuvieron dentro de un halo de inexplorado hasta
épocas recientes.
Los nombres autóctonos con que fue conocido el Pissis fueron Nacimientos
del Jagüe y Pillanhuasi. El nombre moderno lo colocó la Comisión
de Exploración del Desierto Chilena comandada por Francisco José
San Román. La nominación fue hecha en honor al geógrafo
francés Pedro José Amadeo Pissis, que sirvió al gobierno
chileno en el siglo XIX.
El macizo, de origen volcánico, posee seis cumbres (denominadas
por Jaime Suárez durante su expedición de noviembre de 1994)
que son, de este a oeste:
" Cumbre Este ó Ejército Argentino (6,870 msnm)
" Cumbre Pissis II ó UPAME (6,875 msnm)
" Cumbre Central ó Samoré (6,775 msnm)
" Cumbre Principal ó CAM (6,882 msnm)
" Cumbre Oeste ó Gendarmería Nacional (6,775 msnm)
" Cumbre Pissis IV (6,825 msnm).
Las alturas son según medición oficial del Instituto Geográfico
Militar Argentino.
La cara norte del Pissis es la visión más difundida del
monte y su belleza sobresale en el desierto norteño. Por ella discurre
el glaciar Norte que, luego de una expedición marplatense en 1998,
fue denominado "Glaciar de los Argentinos" ya que la ruta ahí
abierta (hoy, la normal) lo recorre desde su extremo inferior a 4,600
msnm, donde se ubica el CB "Mar del Plata".
La cara sur, de salvaje aspecto, está surcado por un glaciar encajonado
entre oscuros espolones. Este glaciar es denominado como "Glaciar
de los Italianos" ya que los primeros ascensionistas de esta cara
fueron de esa nacionalidad, en 1990.
El tercer glaciar es el oeste, aún inescalado. La cara oeste es
la cara oculta del Pissis, y no posee ninguna ruta que culmine en la cumbre
principal.
02.09.2006
Vinchina, en La Rioja, es el punto de encuentro para todo el equipo, y
así lo hacemos para compartir una cena. A partir de acá,
viajaremos en tres camionetas 4×4. Es un camino por quebradas que avanza
rumbo al paso internacional a Chile, el Pircas Negras. Somos once: dos
de Salta, cuatro de Capital Federal, cuatro de Mar del Plata y yo de Esquel.
En un bar compartimos una picada con unas cervezas y lentamente nos movemos
a un pequeño salón que oficia de restaurante. Volvemos al
Hotel Corona del Inca, hacemos una especie de reunión y a dormir.
Cabe aclarar que uno de los objetivos principales de ésta ascensión
es realizar un documental. Por ello, parte del grupo no tiene conocimientos
en montaña, pero sí de audiovisuales.
03.09.2006
Desayunamos y cargamos las camionetas. Salimos rumbo a El Peñón,
un refugio donde haremos los primeros días de aclimatación.
En el camino buscamos los mejores lugares para hacer imágenes de
paisajes y las camionetas transitando por éstos inhóspitos
paisajes. Pasado el mediodía llegamos al último paraje habitado,
Alto Jagüe, donde nos cobran una especie de canon de ingreso a la
Reserva Provincial. El encargado de hacerlo es Cirilo Urriche, un viejo
baqueano que realizó el primer ascenso al Bonete (5ta. cumbre de
América) y es el único argentino vivo en hacer un 6,500
andino en primer ascenso.
Seguimos avanzando lentamente a través de las quebradas. Llegamos
a El Peñón, un refugio cuya construcción tiene la
forma de un nido de hornero. Rápidamente nos instalamos y armamos
las carpas alrededor de él. Este refugio, junto a otros, fueron
construidos entre los años 1864 y 1873, bajo las presidencias de
Bartolomé Mitre y Domingo F. Sarmiento y fueron utilizados como
sala/habitación por los arrieros para protegerse de las inclemencias
del tiempo que, por el "Camino de los toros", arreaban ganado
hacia Chile en el siglo pasado.
Hasta acá hemos hecho un cambio de desnivel de 1,650 metros y en
algunos la altura empieza a sentirse. Ya estamos a 3,650 msnm. Todos reunidos
frente al pequeño fuego, hecho con yareta, dentro del refugio,
comienzan a aflorar algunas leyendas. Entre ellas, la "del silbido
en la montaña" (adaptada del "pata de gallo") que
dice que si te das vuelta para ver que es, te morís… y el silbido
es el ruido que produce el viento entre las piedras.
04.09.2006
Estadía en el refugio. Aprovechamos a hacer entrevistas a los montañistas
protagonistas y recursos de imágenes y sonidos. Experimentamos
una extrema sequedad, aumentada por los vientos, y un enrarecimiento del
aire producto de la altura. La flora de esta región radica principalmente
en especies achaparradas como el cuerno, la añagua, el pasto puna,
la yareta y la tola. La fauna con guanacos, vicuñas, vizcachas,
chinchillas, pumas, cuises, zorros andinos, lagartijas y en las lagunas,
flamencos. Juntamos algunas yaretas que están al borde del camino
para el fuego de la noche.
05.09.2006
Hacemos caminatas para lograr una mejor aclimatación. Ya nos sentimos
bien, nuestro cuerpo logró compensar la falta de oxígeno
en el aire. Un grupo avanza un poco por el camino, hacia la cara oeste,
para evaluar el estado del camino. Luego de algunas horas vuelven con
la noticia que en el camino hay gran cantidad de nieve.
06.09.2006
Salimos para arriba. La vegetación va desapareciendo, transformándose
la zona en un paraje desértico. Hace mucho viento y frío.
El Portezuelo, que debería permitirnos ver un concierto de paisajes
indescriptibles, nos brinda una serie de nubes lenticulares sobre las
montañas. Desde acá, el Pissis tendría que verse
por primera vez. El camino es ascendente y cada vez más desértico.
El refugio Laguna Brava se encuentra a 4,200 msnm. Dentro de la laguna
hay un avión caído unos 30 o 40 años atrás.
Llevaba caballos y muchos de ellos se salvaron, al igual que el piloto.
Junto al refugio hay una de las cosas más llamativas del recorrido:
el "Destapado". Entre piedras, junto al refugio, hay enterrado
un arriero (que trabajaba en la zona llevando ganado a Chile). Dice la
leyenda que si uno duerme en el refugio, todas las noches se "destapa"
y a la mañana siguiente puede verse su cara. La explicación
es que al tratarse de piedras volcánicas (muy livianas) el viento
arrastra las piedras dejando su rostro al descubierto y el viajero que
pasa junto a él, puede verlo.
El camino sigue casi completamente cubierto de nieve. En varias ocasiones
las camionetas quedan atrapadas por el terreno. Casi al atardecer llegamos
al Obrador de Vialmani, pequeña casilla de obreros, de la empresa
que está asfaltando la ruta internacional a Chile por el Paso Pircas
Negras. Allí podemos, gracias a la gestión de Guillermo
Almaraz, en Buenos Aires, dormir en camas con colchón y darnos
una ducha con agua caliente. Parece extraño poder hacerlo en este
entorno.
07.09.2006
Día tranquilo. Aprovechamos a hacer un asado en agradecimiento
a los trabajadores del Obrador en respuesta a su gran gesto. Nuevamente
hacemos paisajes y recursos de tormenta para el documental ya que corre
viento y hay nieve volada todo alrededor. El termómetro del Obrador
marca una mínima de -15° C. A la noche, antes de ir a dormir,
caen pequeñas plumas blancas desde el cielo.
08.09.2006
Aparecen las camionetas tapadas por una fina capa de nieve congelada.
Después de prepararlas partimos hacia el Valle del Río Salado,
que cruza el camino 11 kilómetros más adelante. Allí
termina, para nosotros, la ruta transitable y comienza la exploración
y evaluación de la factibilidad de avance por las márgenes
del río. Son unos 50 kilómetros en línea recta (según
GPS) desde la ruta hasta la cumbre del Pissis. Cuanto más avancemos
en las 4×4, menos tendremos que hacerlo a pie.
A pesar de la nieve acumulada, el avance progresa. Los miembros del equipo
de apoyo, en cuanto una de las camionetas se queda obstruida, bajan inmediatamente
con las palas y comienzan a abrir el camino de nieve y trabajan para sacarlas.
Parece que se podrá avanzar. Debemos trazar una huella a través
de la nieve que nos permita llegar al lugar donde estableceremos el CB.
Las camionetas avanzan lentamente. El terreno está cada vez más
cubierto de nieve. El invierno todavía habita en la región.
Después de un día productivo, y con optimismo, se vuelve
al Obrador. El paisaje parece enfrentarlos con su inhospitalidad y su
belleza.
09.09.2006
Desde temprano en la mañana volvemos al Valle del Río Salado.
Rápidamente llegamos el máximo punto alcanzado el día
anterior. Poco mas adelante el avance en 4×4 se hace imposible. Almorzamos
y decidimos buscar una alternativa por un valle aledaño que vimos
unos kilómetros atrás. Todo comienza bien pero rápidamente
las camionetas se atoran. Aún faltan 46 kilómetros para
el lugar que habíamos planeado fuera el CB. Paleamos un largo rato
pero es inútil. Decidimos establecer el CB en el valle, al pie
del Veladero (6,436 msnm).
10.09.2006
Sólo hay una opción: avanzar a pie. Se divide el equipo:
Darío Bracali, Rolando Linzing y yo preparamos nuestras cosas.
El resto decide quedarse en el CB. Calculamos un total de nueve días
entre ida y vuelta, preparamos las raciones y el equipo indispensable
para no cargar nada de más. Pasado el mediodía, ponemos
las pieles de foca en nuestros esquíes de travesía y partimos.
Lentamente, y ensimismados, llegamos a C1.
Etapa de 1.8 kilómetros en línea recta. Desnivel subida:
65 metros.
11.09.2006
Seguimos avanzando con los esquíes de travesía por un
mundo desconocido. Después de algunas horas llegamos a un filo
desde el cual vemos el Pissis por primera vez. Emocionante: estamos solos.
Avanzamos como tortugas con una zanahoria por delante, obnubilados con
la majestuosidad de esta bella montaña. La capa de nieve no es
continua por lo que decidimos dejar los esquíes. Llegamos a C2
en donde Rolando nos deleita con una rica cena caliente.
Etapa de 9.2 kilómetros en línea recta. Desnivel subida:
282 metros.
12.09.2006
Es un día transparente y caminamos a buen ritmo. Almorzamos en
un mirador natural donde se ve todo el Valle del Río Salado y las
montañas que dan marco. Majestuoso escenario. Miramos las cartas
y establecemos el mejor lugar por donde seguir. Llegamos al Río
Salado, una enorme superficie helada que debemos atravesar. Las cámaras
de fotos y video están listas para disparar. Darío es el
primero en probar su resistencia. Lo logramos. Después de algunas
horas más, establecemos el C3 junto a la única piedra que
encontramos. Hacemos un depósito de comida para el regreso.
Etapa de 15.6 kilómetros en línea recta. Desnivel subida:
59 metros.
13.09.2006
Ascendemos por un valle angosto con nieve. Aprovechamos a hacer imágenes.
Caminamos por laderas cubiertas completamente por hielo y nieve. El viento
sopla. Llegamos al C4, que lo armamos entre dos piedras, al reparo del
viento.
Etapa de 11.2 kilómetros en línea recta. Desnivel subida:
658 metros.
14.09.2006
El Pissis está totalmente cubierto de nubes. El avance se ve cada
vez más envuelto en una furiosa tormenta. El viento sopla cruzado
y nos golpea con la nieve que levanta. En momentos es difícil comunicarnos
entre nosotros y la visibilidad se resume a un par de metros. La cámara
expuesta a semejantes condiciones se tomará revancha. Establecemos
el C5 en medio de la tormenta. Rolando construye un muro con bloques de
nieve para proteger la carpa del furioso eolo. Algo caliente dentro de
nuestro pequeño receptáculo, junto a los "chocolates
de Braese" y "las galletitas de Vreni" (que son una constante
en nuestro día a día), nos recupera plenamente. Intentamos
convencer a la cámara de video de lo mismo, pero no da señales
de vida.
Etapa de 5.8 kilómetros en línea recta. Desnivel: menos
7 metros.
15.09.2006
Ni bien abrimos los ojos nos miramos entre los tres y, en simultáneo,
la cámara de video. ¿Vivirá? Sacamos las baterías
que duermen junto a nosotros dentro de la bolsa de dormir y cruzamos los
dedos. La prendemos y… ¡reacciona! El día vuelve a iluminarse.
También sale el sol y el cielo se despeja. Avanzamos y llegamos
al cambio de pendiente en la ladera de la montaña. Vemos un lugar
para ubicar el campamento algunos cientos de metros más arriba.
El C6 es perfecto. Dos grandes piedras nos protegen del viento y desde
el ábside vemos la ruta que haremos al día siguiente. El
clima parece habernos dado una tregua. El cielo está despejado
pero el frío es considerable.
Etapa de 4.8 kilómetros en línea recta. Desnivel subida:
679 metros.
16.09.2006
Mucho frío. Salimos de la carpa a las 6:00 horas. Ha llegado el
momento. Nos ponemos los grampones, prendemos las frontales y comenzamos
a avanzar por las lenguas de los neveros en los que dibujamos nuestra
línea de ascenso. Darío a la cabeza, Rolando a la retaguardia.
El sol no aparece. Al ser la cara oeste, tarda varias horas en asomar.
Ascendemos con una sucesión de interminables zigzagues. El frío
es tremendo, por debajo de los -30° C. Lentamente comienza a aclarar
y detrás nuestro, el horizonte, se ilumina. El cielo está
inmaculado y va desde un celeste profundo hasta un naranja intenso. Seguimos
avanzando lentamente, moviendo los dedos de los pies que cada vez se sienten
menos. El col al que apuntamos se acerca en cámara lenta. Se termina
la nieve y nos sacamos los grampones. Finalmente el col es un hermoso
escenario que nos permite ver otro col más adelante.
El frío y el viento se hacen insoportables. Se siente la pérdida
de sensibilidad en los dedos, que ya se mueven en bloque. Decidimos parar
al reparo de unas piedras. Comemos algo. Tomamos impulso y salimos nuevamente
al ruedo. Ya se ve la cumbre. Apenas una hora y media nos separan. La
motivación crece a cada paso.
19.09.2006
Despacito nos levantamos, armamos el equipo, cargamos las camionetas y
comenzamos a desandar recordando cada lugar por el que pasamos. Los paisajes
han cambiado levemente debido a la falta de nieve. Grupos de vicuñas
pastan en cada valle. En Vinchina compartimos unos minutos en una estación
de servicio y cada camioneta toma su rumbo. Nosotros, al atardecer, llegamos
a La Rioja.
20.09.2006
Tenemos el día libre. A las 18:40 horas salimos rumbo a Buenos
Aires. Darío viaja a Recreo, Catamarca, a devolver la camioneta.
Ya comenzamos a proyectar un nuevo ascenso.
Antes
que nada quiero mencionar a Guillermo Almaraz, un montañista argentino
que escribió el libro Nevado Pissis – Historias de viajes y exploración,
y del cual saque alguna información. Guillermo formó parte
de ésta expedición invernal al Pissis con nosotros y fue,
en 1998, el jefe de la expedición que estableció en CB Mar
del Plata y la ruta que luego sería la normal. También,
en esa expedición, Rolando alcanzó la cumbre en solitario
y con esto se convirtió en el primer argentino en hacerlo después
de siete ascensos hechos por extranjeros.
