Ubicación: La
Rioja, Argentina
Integrantes: Eduardo Namur, Juan Labra, Lelio De
Crocci, Claudio Valva, Daniel Pontin, Guillermo Almaraz
Coordenadas: S 27º 55 16,2 W 68º 45 12,2
Altura: 6092 metros
Fecha primer ascenso: Domingo 7 de Noviembre de
2010
Por Guillermo Almaraz
En el norte de la provincia
de La Rioja, en la porción argentina de los Andes de Atacama, se encuentra,
entre los más altos volcanes del mundo, la Caldera del Inca Pillo. Este
nombre recogido por el IGN de la República Argentina también reconoce
otras denominaciones como Corona del Inca o Cráter Escondido. Lo que
queda fuera de dudas es que es uno de los paisajes mas cautivantes de la zona.
Esta cuenca cerrada y enmarcada al norte por el gigante Pissis (6795) y al sur
por la cuarta cumbre de América el Bonete (6759) posee sus límites
oeste y este en los cordones del Veladero y de los Pioneros respectivamente.
Alberga a mas de 5300 metros un profundo cráter de 150 metros de diámetro
donde sus aguas permanecen liquidas durante los 12 meses. Solo unos témpanos
rompen la monotonía del azul profundo.
La cadena del Veladero
con sus cumbres Boboso (6070), Reclus (6335) y Gemelos (6196) y grandes glaciares
se elevan al occidente y frente a ellas se yergue el cordón de los Pioneros,
bautizado para recordar a los primeros exploradores que recorrieron la región.
De altura similar al del Veladero recorta cinco cumbres superiores a los 6000
metros alineadas de norte a sur: 6092, 6222, 6152, 6125 y 6144. Hasta la fecha
solo se registraba un ascenso a la tercer cumbre por un grupo italiano en enero
de 2002.
El 31 de octubre de 2010
un grupo formado en su mayoría por montañistas marplatenses partió
dentro del marco de la Expedición Bicenterario en busca de una de las
cumbres del Cordón de los Pioneros. La Expedición Bicentenario
es un proyecto que se está desarrollando en la República Argentina
para conmemorar los 200 años del primer gobierno patrio y consiste en
reflexionar sobre los sueños de los niños argentinos y la posibilidad
de que puedan compartirlos con la generación del tricentenario. Durante
todo el 2010 se recorrieron escuelas para que los niños dibujen o escriban
sus sueños para los próximos 100 años y una expedición
por provincia sería la encargada de plantarlos en marcos naturales imponentes
para que germinen durante la próxima centuria.
Convencidos que el andinismo
es una actividad cultural que combina deporte, historia, arte y compromiso con
la cultura autóctona, el grupo que nos dirigimos a La Rioja tuvo como
objetivo trabajar los sueños con los alumnos de Alto Jague, el último
pueblo en nuestro paso a la montaña. Complementariamente a la actividad
deportiva uno de los objetivos planteados fue filmar en HD un documental reflejando
la realidad cultural del entorno a la montaña y el ascenso al pico.
Durante una jornada escolar
conocimos los sueños de los chicos y sus maestras y descubrimos que los
andinistas pioneros de la región, hace mas de 40 años también
habían dejado su impronta en esa escuela lejana. El profesor Vicente
Cicchitti, en la década del 60 había colaborado con la escuela
de Alto Jague y se había comprometido con la comunidad. El pionero recordado
en uno de los picos del cordón hacia donde nos dirigíamos, marcaba
nuestro camino desde antes de lo previsto.
Dos noches en el refugio
del Peñon (3600 m), un ascenso al cerro Chepical (4646 m) y dos noches
en el refugio Mulas Muertas (4200 m) dejó el terreno preparado para un
ascenso al cerro Pilar de 5032 metros en busca de la aclimatación necesaria.
Logramos así el tercer ascenso del cerro y pudimos observar los vestigios
de las culturas pretéritas que lo habían subido hace mas de 500
años con fines ceremoniales.
Luego de este ascenso comenzó
la parte definitiva de la expedición. Con los 4×4 avanzamos por la pampa
del Veladero y por la quebrada del Medio 30 km hasta un campamento que utilizaríamos
como base a mas de 5100 metros. Al otro día continuamos por el lecho
del rio que se desdibujaba y ascendimos hasta el plateau a 5400 metros alcanzando
ya tarde los 5570 metros del campamento de altura bajo un cielo oscuro que presagiaba
la nevada.
Desde temprano y antes de
la salida del sol, para aprovechar la calma del viento, comenzamos a salvar
el desnivel que nos llevaría a la cumbre norte del cordón de los
Pioneros. Junto a un largo nevero que descendía por su filo suroeste
ganamos altura hasta el col sur. En este punto y a 5850 metros comenzó
a soplar un viento constante de 60km por hora con ráfagas aún
mayores.
La escalada continuó
por el filo sur entre grandes bloques hasta la zona cumbrera. Utilizando en
algunos casos las manos para progresar salvamos los últimos metros hasta
la cumbre misma logrando el primer ascenso del pico de 6092 metros.
Conociendo que no tenía nominación propusimos el nombre de Bicentenario
para este pico del cordón de los Pioneros y en medio del vendaval colocamos
el tubo con los sueños de nuestros niños como un mensaje que viajará
durante 100 años para que sea recuperado por la generación del
tricentenario y pueda reflexionar sobre los sueños que tenemos hoy y
analizar si se pudieron lograr.
El andinismo aún
nos permite hollar, en estas latitudes, picos vírgenes y escribir nuestra
propia historia. Solo es necesario hacerlo en un marco respetuoso de la naturaleza
y de la cultura propia de la región.
Fotografías:
Guillermo Almaraz