Gerlinde disfruta de
su montañismo en la Norte del Everest
Luego de pasar dos noches
a 7600m en la ruta del Collado norte del Everest, Gerlinde Karlterbrunner y
Ralf Dujmowits ya aclimatados, retornaron al campo base a la espera del momento
final de ataque a la cumbre.
Según manifiesta
la propia Gerlinde desde su web, “una fuerte tormenta soplaba al llegar
al collado norte, así que decidimos montar nuestro campo 300 metros por
debajo, en un lugar protegido. Al día siguiente ascendimos los 300 metros
que nos separaban del collado. En condiciones de hielo duro decidimos continuar
hacia arriba…una piedra cayó sobre Gerlinde, golpeándola en
el piolet…¡suerte! Descendimos otra vez hasta el collado norte, tras
una pendiente de nieve volvimos al hielo. El terreno no era especialmente inclinado,
un máximo de 45º, pero continuamos encordados debido a la caída
de piedras.”
“Por la mañana
nos despertamos con los sacos cubiertos por el hielo, y también estaba
toda la tienda con una capa de hielo. Por suerte el sol sale muy temprano, a
las 5:30am, así que mientras desayunábamos pudimos secar todo
nuestro equipo. Nos sentíamos mejor y salimos hacia arriba. Progresamos
bien, cada uno a su ritmo. Yo estaba muy ocupado tomando fotografía y
filmando, con un horizonte limpio como el cristal….a 7.600m Gerlinde encontró
un lugar para acampar que no necesitaba de mucha preparación. Un par
de rocas en las que colocar algo de nieve, y conseguimos una plataforma perfecta…cuando
llegué yo llevaba los dedos entumecidos de fotografiar, y el dedo índice
izquierdo algo azul. Estábamos contentos por lo bien que estábamos
aclimatando….por entonces estaba nevando y soplaba un viento fuerte, y así
continuó al siguiente día. Nuestra idea era ascender algo más,
pero permanecimos todo el día a 7.600m….Pasamos otra noche a 7.600m,
y fue extenuante para ambos….el viento soplaba con mucha fuerza y hacía
mucho frío. No dormimos ninguno de los dos. Todo el rato escuchábamos
preguntándonos si la tienda aguantaría. Era imposible dormir.
A la mañana siguiente
descendimos hasta el collado norte ¡nada de viento allí!…decidimos
no descender por nuestra ruta de ascenso y tomamos la ruta hasta el campo base
norte, mucho más larga pero también más segura….desde
allí, tras una breve parada, rodeando el Changtse llegamos a nuestro
campo base, cansados y muy felices.”
Simone Moro y un rescate
no planificado
Simone Moro quien se encuentra
en estos momentos junto a Denis Urubko en plena expedición Lhotse-Everest
2010, acaba de anunciar que trabajará en la recuperación de los
cuerpos de los alpinistas fallecidos Serguey Duganov, Gianni Goltz y probablemente
Sergey Samoilov. El caso de Duganov, es el mas reciente ya que falleció
el día 7 de mayo en su descenso del Lhotse a mas de 7500m, según
lo confirma el propio Simone Moro a través de su teléfono satelital.
Gianny Goltz por su parte,
murió en 2008 y su cuerpo permanece allí desde entonces. Goltz
era miembro de una expedición comercial (Kari Kobler Expeditions). Ahora,
se ha recibido la autorización para el recupero del cuerpo, con lo cual
Moro está dispuesto a colaborar en dicha tarea. Simone afirma también
que los sherpas intentarán descender los cuerpos hasta los 6350m donde
un helicóptero realizará el rescate.
Edurne Pasaban en busca
de la cumbre en el Shisha
Lleva mas de dos meses en
el Himalaya. Tras una dura expedición que concluyó con la cumbre
del Annapurna, su decimotercer ochomil, ahora Edurne se prepara desde el base
del Shisha Pangma para llevar adelante el último eslabón de esta
interminable cadena. Luego de varios días de permanencia en el campo
base del Shisha, ahora parece que las previsiones de buen tiempo comienzan a
llegar, con lo cual Edurne y el equipo de Al filo de lo imposible han planificado
el comienzo del ascenso desde el base para el próximo Jueves 13 con intenciones
de alcanzar una posible cumbre para el próximo Domingo o Lunes.
Solo un susto para Lina
Quesada
Como sabemos, la montañista
sevillana Lina Quesada se encuentra en el Lhotse. Hace exactamente un mes, partía
desde Madrid y ahora, ya aclimatada se apresta a aguardar que las condiciones
meteorológicas permitan el "tirar para arriba". Pero al margen
de todo esto, hace algunos días Lina sufrió una dura situación
al descender desde el campo III. Ante la imposibilidad de llegar hasta dicho
campo, decidió regresar al campo base, para lo que tendrían que
descender desde los 6.800 hasta los 5.300 metros, que les llevó cuatro
horas.
En el último tramo de la bajada, cuando Lina iba a atravesar una de las
grietas de la cascada del Khumbu, se desprendió un bloque de hielo, precipitándola
hacia el fondo de la grieta y dejándola colgada de la cuerda sobre el
vacío. Hay que recordar que la cascada del Khumbu es el final del glaciar
y que está en constante movimiento. Según cuenta, "menos
mal que iba equipada con arnés y mosquetón en la cuerda, porque
me pude jugar la vida". Un sherpa la ayudó a salir y el único
daño recibido, además del susto, ha sido un fuerte golpe en la
rodilla del que ahora ya se ha recuperado.
Alfredo García
Pascual, percances … pero siempre firme con la mira puesta en el Everest
Duros fueron estos días
de espera para Alfredo García. Aguardando y aguardando que el clima del
Everest sea algo mas benevolente decidió junto con su equipo trasladarse
un par de días a la localidad tibetana de Shegar, donde encontarían
una cama confortable donde hacer un breve alto en esta durísima expedición.
A su regreso al campo base avanzado, la sorpresa. Dejamos que el propio Alfredo
con sus palabras lo relate:
"La puntilla para
nuestra moral fue al llegar a nuestro Campo Base Avanzado, el viento se había
llevado la tienda ducha, la tienda letrina, la tienda de Pedro (por suerte salvaron
todas sus pertenencias) y la tienda comedor con el cargador solar en su interior
(es una maleta que pesa cerca de 30Kg y apareció junto lo que quedaba
de la tienda a unos 50 m. de distancia). Tras el, denominémoslo cabreo
inicial, Andreas, uno de los alemanes, hizo un par de llamadas al Campo Base
Chino para que nos mandaran lo necesario para arreglar el estropicio.
Os cuento una curiosidad,
nuestra tienda comedor cuesta cerca de 2500€ (bueno, costaba), marca The
North Face, tipo Domo (es una tienda tipo iglú, de unos 5 metros de diámetro
y cerca de 3 de altura), seguro que con cientos de horas de estudio e ingeniería
en su desarrollo, pues bien, creo que ha sido la única tienda comedor
que se ha llevado el viento, el resto son tiendas de fabricación casi
manual en Nepal, cuestan 450€ y han aguantado sin mayores problemas…,
eso sí, la nuestra era las mas chula de todo el Campo Base, jejeje
Hoy 12 de mayo, nos hemos
levantado con otro ánimo. La noche ha sido algo durilla por las fuertes
rachas de viento (para hoy dan vientos de 150km/h en la cumbre del Everest),
pero vemos las cosas desde otra perspectiva, Julio, el médico Puertorriqueño
que tenemos junto a nuestro Campo Base nos ha dejado cargar nuestros aparatos
electrónicos, hoy llegará nuestro nuevo cargador solar y la nueva
tienda comedor (aunque dudo que con el viento que sopla podamos montarla) y
es previsible que el día 15, aprovechando una pequeña ventana
de buen tiempo, subamos hasta el Campo 2 (sin quedarnos a dormir), para endurecer
un poco las piernas, afianzar la aclimatación y por hacer algo distinto
a tomar té o estar tirado en el saco de dormir…esto mientras esperamos
a que la montaña nos de una oportunidad. Nadie dijo que esto fuera fácil…"
Fuentes: Webs de
Gerlinde Kaltenbrunner, Lina Quesada, Alfredo García Pascual, Simone
Moro y Edurne Pasaban. Montagna.tv y Revista Barrabes
Foto 1: Gerlinde
Kaltenbrunner
Foto 2: Lina Quesada en el Lhotse
Foto 3: Así quedó la tienda de Alfredo
García
Foto 4: El campo 3 de Simone Moro y Denis Urubko
Foto 5: Edurne Pasaban y la larga espera en el
Shisha Pangma
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