Buscando acercarce mas al objetivo final, Edurne Pasaban ha publicado en el día de hoy en su web personal, la intención de ir ya mismo por el Shishapangma, el menor de los ochomiles pero que ya le fue esquivo en otras oportunidades. Transcribimos a continuación la nota de la propia Edurne extraída de su página:
Ya han pasado unos días desde la cumbre del Manaslu, bueno solamente tres… Pero a mi me parece una eternidad, ya que durante todo estos días no he parado ni un minuto…
El mismo día que subimos a la cumbre por la noche, cenaba en el campo base. Al día siguiente, nada más levantarme, todavía desorientada, tuve que empaquetar todo y salir corriendo para Shama. El pueblo más próximo al campo base. Al día siguiente a primera hora teníamos el helicóptero para volar a Katmandú.
Os preguntaréis porque todo ha ido tan rápido…pues porque hace una semana nos confirmaron el visado para ir al Tíbet. -¿Y para qué?- Para poder escalar el Shisha Pangma de 8.043 metros de altura.
Cuando hace un mes llegamos a Nepal, en la agencia de Katmandú nos dijeron que iban a intentar conseguirnos el visado, por si queríamos escalar el Shisha, aunque lo veían muy difícil. Este año en China, por todo el tema de los Juegos Olímpicos, no han dado permisos para escalar en el Tíbet. Pero ahora ya está solucionado.
Me encuentro muy animada con el nuevo objetivo.
Es verdad que el Manaslu ha sido largo y duro,y que después de ascender a una cumbre de ocho mil metros se tiene que descansar, tanto física como mentalmente…En esto he estado estos dos días…
Durante este tiempo he recibido críticas y apoyos, pero es normal.
Los apoyos son de agradecer, y las críticas para estudiarlas y escucharlas….
El que vaya al Shisha tan seguido, a mucha gente le parece que no es lo más adecuado, que no voy a estar lo suficientemente recuperada. En definitiva, que es algo un poco descabellado…
Esto me produce dudas, me desanima un poco… Pero quién conoce mejor a Edurne Pasaban, soy yo misma y tengo la experiencia del año 2003. Escalé dos montañas de ocho mil metros, en una semana, el G1 y el G2.
¿Porqué no intentarlo otra vez?
Si mi cuerpo o mi mente no lo aguantan, si la montaña no nos deja, pues nos regresamos a casa tan contentos…Habiendo visitado por tercera vez el Shisha Pangma, y habiendo disfrutado de la montaña, que eso es lo que al final importa.
Esta mañana comienza la nueva aventura, a las 6 de la mañana partimos hacia el Tíbet. Un largo viaje en coche y si todo va bien, el viernes poder subir al Campo base.
Esta vez, los yaks, subirán nuestro material.
Una vez allí os iré contando todos los progresos que vayamos haciendo.
Un beso a todos,
Edurne
