A la memoria de Mathias Zurbriggen
y Mario Pasten
Más allá de la contribución en lo que se refiere a los
aspectos de comunicación, por parte de uno, y turismo, por parte del
otro, el Ferrocarril Trasandino y el Hotel de Puente del Inca,
contribuyeron a impulsar el desarrollo de los deportes de montaña, no
solo en su área de influencia, sino que proyectaron esa actividad a toda
la región de los Andes Centrales, ya que aportaron la infraestructura
necesaria para que tal desarrollo encontrase los medios necesarios para su evolución.
Principalmente el desarrollo se focalizó en toda el área de influencia
del Aconcagua, que ya de por si traía el enorme peso de ser la
montaña más elevada de América y del mundo fuera del Himalaya,
y por sobre todo, debido a la cercanía. El primero de los factores constituyó
un atractivo muy fuerte para aquellas personas que ya practicaban la actividad
en el viejo mundo, el simple hecho de contar con un medio de transporte que
los dejaba al pie de la montaña, con el agregado de un Hotel de montaña
que podía proveerles de todos los servicios.
En síntesis, una persona podía alojarse en el Hotel, y en tan
solo cuatro días estar en la cumbre de la montaña más alta
de América.
Los orígenes
Pero al hablar del desarrollo de los deportes de montaña, es importante
destacar que esta actividad, a diferencia de Europa, no tuvo sus orígenes
de manera local, sino que fue impulsada precisamente por representantes del
viejo continente que, de la misma manera que en la conquista, importaron estas
costumbres desde sus tierras de origen.
En este sentido entonces, encontramos una importante diferenciación con
Europa, en lo que respecta al desarrollo del montañismo. Lo que no quiere
decir que en épocas precolombinas no se haya practicado. Sabemos que
algunos pueblos originarios lo llevaron a cabo pero en un sentido religioso.
El impulso claramente vino desde afuera.
ACTUAL ESTACION POLVAREDAS
El cómo se dio la consecución del desarrollo de esta actividad
en nuestras tierras, tiene sus orígenes al menos cinco siglos atrás,
en el viejo continente por supuesto. Allí Antoine de Ville seigneur
de Domp Julien alcanzó la cumbre del monte Agujas, de tan
solo 2097 metros en el año 1492, bajo la orden del Rey Carlos VIII.
Hoy en día nos parece una altura hasta absurda, pero era inaccesible
por aquél entonces.
Ese fue el hecho que disparó la actividad, que no se extendió
por mucho tiempo, ya que coincidentemente con el descubrimiento de América,
los esfuerzos se vieron destinados a ésta última empresa. Tal
es así, que los europeos dejaron las cumbres para los "dragones
y malos espíritus". El hombre debió esperar un poco mas.
LAS VIAS ABANDONADAS DEL TRASANDINO CON LOS CARACOLES EN PORTILLO
PROXIMO AL PASO LOS LIBERTADORES
Recién en el siglo XVIII se fueron dando las condiciones para un mayor
desarrollo del alpinismo. La ciencia fue tomando mas impulso y con ella las
exploraciones geográficas, con lo que la actividad de montaña
comenzó a ser vista de otra forma.
Pero siempre existe un disparador. Y para el caso de la actividad en Europa
el disparador fue la existencia del centro alpino de Charmonix, que para
aquél entonces se convirtió en un centro turístico por
excelencia. Estamos hablando de mediados del siglo XVIII. Esto fue despertando
el interés por todas esas montañas circundantes y contribuyendo
en el desarrollo de un espíritu aventurero que poco a poco fue llevando
al hombre a ver que pasaba si intentaba subirlas.
ENTRADA AL HOTEL TERMAS PUENTE DEL INCA A PRINCIPIOS DE LA DECADA
DE 1930
El 8 de agosto de 1786, Paccard Y Balmat logran la primera
cumbre al Mont Blanc. Desde ese momento, el alpinismo comienza a mostrar
protagonismo en europa. Otras cumbres, a parte de la considerada como mas alta
de Europa por aquél entonces, empiezan a despertar el interés
de muchísima gente. El hito del Mont Blanc fue el hecho disparador de
la actividad en el viejo continente. Todo estaba allí, al alcance de
sus manos. No debían recorrer grandes distancias, y la villa de Charmonix
que para aquél entonces ya era un centro turístico muy visitado,
se convirtió prácticamente en el centro mundial del montañismo
hacia comienzos del siglo XIX.
Pero claro, fueron surgiendo otros objetivos. Africa, por su cercanía
fue otro de los puntos en cual la actividad comenzó a enfocarse. Luego
vinieron las montañas más altas del mundo en el Himalaya, y allí
por supuesto, encontramos una historia riquísima en hechos que fueron
sucediéndose a lo largo de las décadas.
Ya con todos estos antecedentes que hemos enumerado, estamos en condiciones
de llegarnos hasta nuestras tierras.
La expansión
Todo lo que se refiere a la conquista de montañas en américa,
ya sea en la Cordillera de los Andes como en Norteamérica, fue parte
de un proceso mundial de expansión de los alpinistas europeos. Ya mencionamos
que cuando se fueron agotando las cumbres locales, el alpinismo se extendió
primero a Africa y luego al Himalaya. Conjuntamente con esto último,
en la segunda mitad del siglo XIX, la actividad empieza a llegar a Argentina
atraída por la montaña más alta de América.
Es importante destacar en este sentido, que tanto en Asia como en América,
no existió un impulso local hacia el desarrollo del montañismo.
Todo vino de Europa, como un componente más de la conquista iniciada
varios siglos antes.
MATTHIAS ZURBRIGGEN, EL PRIMERO HACIA LA IZQUIERDA, EL CONQUISTADOR
DEL ACONCAGUA
El Cerro Aconcagua empezó a recibir intentos de cumbre en 1883,
cuando el alpinista alemán Paul Guessfeld estuvo muy cerca de
la misma. A Güssfeldt le cabe el mérito de haber sido el primero
en encontrar en 1883 un boquete por el río Putaendo, viniendo desde Chile,
para llegar a los 6.200 metros del Aconcagua con tres arrieros y algunos peones
inexpertos.
Pero fue unos años después, cuando una expedición británica
liderada por Edward Fitz Gerald, en cuyo marco llegaron a la cumbre tres
escaladores. Primero fue el guía suizo Mathias Zurbriggen,
el 14 de enero de 1897, el estudioso Stuart Vines y su guía
Nicolás Lanti lo hicieron un mes después, el 13 de febrero
de 1897.
FORMACION DEL TRASANDINO EN LA LOCALIDAD CHILENA DE RIO BLANCO
DECADA DE 1930
Luego empezaron a sucederse intentos y cumbres. En 1898 el científico
inglés Sir Martin Conway llegó muy cerca de la cumbre.
Este hombre, fue un importante impulsor del montañismo tanto dentro como
fuera de Inglaterra. Fue presidente del Alpine Club entre 1902 y 1904,
y en 1924, evaluó la evidencia de la Expedición de Montañismo
Británica al Everest de ese mismo año, y concluyó que George
Mallory y Andrew Irvine habían llegado a la cumbre. Bueno,
mas allá del hecho que todos los personajes eran británcos, eso
es otra historia.
Hoy en día, un sector de la ruta normal noroeste de acceso a la cumbre,
se denomina "Piedras Conway" en su honor. Pero Conway, además
de todo lo que mencionamos, conoció muy bien al suizo, primer escalador
del Aconcagua, Mathias Zurbriggen, por haber compartido travesías
en muchas regiones del mundo. Lo describió como "un hombre apasionado,
disoluto, vital y exagerado. Al mismo tiempo, amable, de corazón tierno
y personalidad atractiva". Paradógicamente, ningún
sector del Aconcagua lleva el nombre de Zurbriggen.
El Hotel Puente del Inca
La construcción del Hotel Termas de Puente del Inca generó
las condiciones para el impulso del desarrollo del montañismo, no solo
en el área cercana de influencia, sino que en toda la región.
Su construcción, para la cual contribuyó el tendido del Ferrocarril
Trasandino, que en 1903 ya llegaba a la actual localidad de Las Cuevas,
que por aquél entonces no existía, vino a cumplir un papel similar
al de Charmonix en las inmediaciones del Mont Blanc.
De hecho, las autoridades del hotel inmediatamente tomaron algunas medidas tendientes
a fomentar el desarrollo del montañismo en la región. La Compañía
de Hoteles Sudamericano, propietaria del flamante Hotel Termas Puente
del Inca, dispuso la construcción de un refugio en las proximidades
del Lago Horcones, en el año 1909, que era una simple construcción
rectangular rematada con una cúpula, que servía como punto de
partida para la exploración y conquista del Coloso de America. Este fue
el puntapié inicial, luego fueron adoptándose otras medidas que
contribuyeron mayormente al desarrollo, todas tendientes a mejorar los servicios.
Al igual que en Charmonix, ¡Dos siglos antes!
ESTACION PUENTE DEL INCA DECADA DE 1930
En este sentido Federico Reichert, científico alemán, el
gran historiador de nuestras montañas, decía al respecto: "En
la mañana del 21 de enero de 1907 partimos del hotel de Puente del Inca
y, deseosos de que la buena suerte nos acompañara, emprendimos la marcha
con un arriero y algunas mulas. Nuestro plan general fue ascender los picos
de los Gemelos para emprender luego un viaje de reconocimiento hacia el sur,
a fin de explorar el sector cordillerano desconocido: Gemelos, Juncal y Tupungato"
Pero la mayor ventaja que tuvo el Hotel era su ubicación y cercanía
a la estación del Ferrocarril Trasandino. Era una localización
privilegiada. Este fue el punto fundamental que impulsó su desarrollo,
conjuntamente con las medidas que los administradores del hotel tomaron en pos
de la actividad.
Uno podía llegar al hotel en pocas horas desde Mendoza, instalarse en
el mismo con todos los servicios y luego encarar una escalada a la montaña
para poder acceder a ella en solo cuatro días, si las condiciones se
daban lógicamente.
En 31 de enero de 1906 se produce el cuarto ascenso a la cumbre del Aconcagua.
Fue logrado por Robert Helbling, quien estaba acompañado en esa
expedición por el mismo Federico Reichert. Ambos exploradores
y científicos, compartirían durante aquella época, varias
primeras cumbres a cerros circundantes, entre ellos el Juncal (5965m),
conseguida en 1911 por Federico Reichert , Robert Helbling y Damasio
Beíza.
A partir de ese momento, los intentos y expediciones empezaron a incrementarse.
La noticia del Hotel Puente del Inca fue creciendo y expandiéndose, lo
que despertó el interés de toda la comunidad de montaña.
La semilla ya estaba plantada.
En los años 1907 a 1909, el cerro recibió tres intentos de expediciones
promovidas por el profesor Walter Schiller, también de Mondini
en este último año. En 1915 los noruegos Eiler Sundt y
Thorleif Bache realizaron el primer intento invernal y con esquís.
A partir de allí toda la actividad fue incrementándose. El alemán
Michael Gossler y el austríaco Juan Stepanek hicieron el
intento en 1925, falleciendo este último por hipotermia y consituyéndose
en la primer víctima del Aconcagua. Hoy un cerro de 4194m, localizado
en la región de vallecitos, lleva su nombre. Y seguimos sin honrar al
primer escalador del Aconcagua, Mathias Zurbriggen.
AVISOS PUBLICITARIOS DEL HOTEL PUENTE DEL INCA PUBLICADO EN DIARIO
LOS ANDES DE MENDOZA - AÑO 1921
Para entonces, casi todas las expediciones al Aconcagua tenían base en
el Hotel Puente del Inca, eran muy pocas las excepciones. Una de ellas fue la
de los polacos en 1934, ya que accedieron desde la quebrada de Las Vacas. Pero
la historia de los polacos en el Aconcagua y mucho mas aún, en el montañismo
argentino, requiere un análisis mucho más profundo, que ya retomaremos
en otra oportunidad, solo los mencionamos aquí.
¿Que pasaba para entonces con el ferrocarril? Como dijimos antes, en
1903 llegaba a lo que es hoy la villa de Las Cuevas, junto al límite
Internacional con Chile. El ferrocarril trasandino, aparte de todos los acontecimientos
en los que fue partícipe, tuvo fundamental protagonismo en uno en particular.
El Ferrocarril trasandino y el Cristo Redentor
Pero hasta ese entonces, estamos hablando de comienzos del siglo XX, el paso
obligado por esta zona era un camino de cornisa, escarpado en la roca y grava,
en medio del grandioso paisaje de la cordillera, que antiguamente era el camino
obligado entre Uspallata y la localidad chilena de Juncal, hasta la construcción
del túnel del Cristo Redentor cerca de la localidad argentina designada
Las Cuevas.
El túnel, construido durante la primer década del siglo e inaugurado
el 5 de abril de 1910, no existía aún para entonces, con lo cual,
este paso era el obligado para conectar ambos países por esta región.
Luego, el túnel sirvió de ruta al ferrocarril trasandino.
El Papa León XIII, al iniciarse el siglo XX, dirigió una
serie de cartas encíclicas rogando por un mundo de paz y armonía
y reclamando una mayor devoción por el Cristo Redentor. Teniendo
en cuenta esta petición y preocupado por la posibilidad de un conflicto
armado entre Argentina y Chile debido al litigio fronterizo de larga data, el
dominico y obispo de Cuyo, monseñor Marcolino del Carmelo Benavente,
prometió públicamente, en 1900, realizar una colecta para erigir
una estatua al Cristo Redentor que recordara el mensaje de paz que Jesús
había traído al mundo.
El cristo fue construido en bronce fundido de antiguos cañones y el trabajo
asignado al escultor porteño Mateo Alonso. Con una altura de casi siete
metros y un peso de cuatro toneladas, ¿Quién sería el único
medio capaz de transportarlo hasta aquellos lugares? Exacto. El ferrocarril.
Su pedestal fue proyectado por el ingeniero mendocino Juan Molina Civit a
partir de un bosquejo del escultor. La altura del mismo era de 6 metros de alto
y fue construido de hormigón y acero laminado para poder soportar los
fuertes vientos de la cordillera.
En 1904 las piezas de bronce del Cristo se transportaron 1200 km por el tren
hasta las cercanías de la actual villa de Las Cuevas y luego se las subió
a lomo de mula hasta la cumbre a 3854m, donde fue erigido, en el punto del límite
internacional. El 15 de febrero de 1904 quedó terminado el pedestal de
granito diseñado por Civit siendo la obra dirigida por el Ingeniero Conti,
trabajando unos cien obreros para su construcción.
El escultor Mateo Alonso dirigió los trabajos de montaje de las piezas
que forman el Cristo. La figura de Jesús se colocó de manera que
mira siguiendo la línea del límite, en pié sobre la mitad
de un globo terráqueo. Con la mano izquierda sostiene la cruz, de 7 metros
de alto, apoyada sobre el hemisferio terrestre, y con la derecha parece impartir
la bendición.
Esta es una historia muy particular, en la cual el ferrocarril trasandino tuvo
una gran importancia y que debíamos mencionar. Hoy en día el monumento
al Cristo Redentor sigue, desafiando al paso del tiempo, en la misma ubicación
donde fue erigido, como fiel testigo de una época maravillosa de desarrollo.
Mario Pasten
Volvamos ahora nuevamente al Aconcagua. Como ya dijimos, el Hotel Termas
Puente del Inca ofrecía al pasajero además de alojamiento
y servicios, mulas y guias. En este sentido contrató al arriero chileno
Mario Pastén, un gran conocedor de la región y guía
de alta montaña. Pasten fue contratado directamente por la Compañía
de Hoteles Sudamericanos a comienzos de la década de 1920. Se tiene
referencia de haber prestado servicios para el hotel hasta entrada la década
de 1940.
Lo importante de esto fue la enorme incidencia que tuvo Mario Pasten en todas
las cuestiones de Aconcagua. Se transformó en el referente obligatorio
de todas las expediciones que acudían en busca del Coloso de América.
Pastén pasó a ser sinónimo de Aconcagua.
No solo era guía de montaña, también se hacía cargo
de las mulas, de organizar los recorridos, estaba al tanto de todas las expediciones,
era el referente, el único.
Pasten fue el encargado de rescatar el cuerpo de Juan Stepanek, la primer
víctima del Aconcagua en 1925. Pero no fue el único. Hacia 1952,
de los catorce fallecidos en el Aconcagua, siete de los cuerpos habían
sido rescatados por Pasten. En 1949 descubrió en las faldas de la montaña
el legendario Nieuport en el cual Benjamín Matienzo se
había accidentado en 1919. El aparato luego fue instalado en un museo.
En el año 1934 se produce un hecho muy importante. El teniente Nicolás
Plantamura se convierte en el primer argentino en llegar a la cumbre del
Aconcagua. Estuvo acompañado por Mario Pastén, que de esta
forma se convirtió también en el primer chileno en hacerlo. Esto
fue el 8 de marzo de 1934. En 1935 Pastén repitió cumbre, probablemente
haya sido el primero en repetirla.
ESTACION JUNCAL (CHILE) FERROCARRIL TRASANDINO DECADA DE 1940
Para entonces Pastén era considerado como un guía de primer orden,
comparable a los guias alpinos de Suiza o Italia. Una década más
tarde, Mario Pasten era considerado el único arriero que puede llamarse
guía de la región del Aconcagua.
El cementerio de andinistas
En el año 1928 el oficial británico Bazil Marden enfrentó
al Aconcagua en la temporada invernal. Fue durante el mes de julio a través
de la ruta normal. Pero nunca logro su objetivo. Al año siguiente su
cuerpo congelado fue rescatado y al no haber sido reclamado se decidió
sepultarlo en lo que era en ese momento el cementerio ferroviario de Puente
del Inca. De esta forma, Bazil Marden, la segunda víctima del
Aconcagua, se convirtió en el primer montañista enterrado en el
"Cementerio de los andinistas" de Puente del Inca.
Pero el primer infortunado andinista, víctima del Coloso de América,
falleció dos años antes que Marden. El fue el austríaco
Juan Stepanek quien ya mencionamos anteriormente pero que su cuerpo recién
fue rescatado de la montaña veinte años después, precisamente
por Pastén. Hoy también descansa en el cementerio de Alta montaña
tras varios años en el cementerio de la capital de la provincia.
Entre las placas de conocidos aventureros como Bernardo Razquin, Nicolás
Plantamura y Adriana Bance, hay otros de viejos trabajadores del tren y
una cantidad no precisada de tumbas sin nombre que le dan la cuota de misterio
a Puente del Inca. Además hay placas homenaje de personas que no fueron
sepultadas en el cementerio. En el Aconcagua han muerto mas de 140 montañistas
intentando llegar a la cumbre.
Adriana Bance, fue la primera mujer en alcanzar la cumbre del Aconcagua.
Eso sucedió el 7 de marzo de 1940. En 1944, Bance junto con su
esposo Hans George Link, quien había logrado su cumbre en solitario
en 1936, fallecen en un nuevo intento. Adriana Bance descansa hoy en el cementerio
de andinistas. En la misma expedición murieron Walter Schiller,
que fue encontrado con medio cuerpo fuera de la carpa, y Albert Kneid.
Schiller fue uno de los pioneros en Aconcagua, durante la primera década
del siglo XX.
Aunque es un lugar destacado por todos, no hay cuidadores oficiales ni tiene
presupuesto para su mantenimiento. Está en jurisdicción municipal,
pero no tiene responsable y ni siquiera hay un registro de quienes son sepultados
en el lugar (nadie sabe con precisión cuántos cuerpos hay). Por
eso, muchas lápidas han sido destruidas y robadas, igual que placas de
bronce y ofrendas dejadas a los andinistas. Hace unos años se logró
ampliar el predio y se terminó el cierre perimetral. Los oficiales del
Comando de Montaña y algunos operadores del Aconcagua son los protectores
"ad honorem".
Una de las tumbas más antiguas que se reconocen en Puente del Inca data
de 1908, aunque el cementerio, como dijimos, surgió mucho despues. No
es ni de un andinista ni de un ferroviario, sino de un médico. Se trata
del doctor Eduard J. Cotton, inglés. El hombre estaba en el lugar
tratando de combatir una epidemia de difteria que se había desatado.
Según se cuenta en el libro de Alfredo Magnani, una mujer le tosió
en la cara y así contrajo la enfermedad que le costó la vida.
Los arrieros y baqueanos fueron los primeros guías y rescatistas del
Aconcagua, y algunos murieron allí. Es el caso de Miguel Lucero
y Carlos Lobo. Ambos eran compañeros y están enterrados
en Puente del Inca.
La cruz más grande del cementerio corresponde a Juan Fiorini y data de
1903. Entre otros objetos de valor, hay una cruz tallada por el artista Chipo
Céspedes que fue donada en el aniversario del Club de Andinistas.
El legado del Trasandino y el Hotel Puente del Inca
El viejo Hotel Termas de Puente del Inca funcionó hasta el año
1965, en que un alud terminó destruyéndolo y sepultándolo.
Solo sobrevivió la capilla que estaba junto a él y que hoy en
día puede divisarse desde la ruta 7 o desde el mismo puente, junto a
las ruinas de lo que fue el hotel.
Por su parte el ferrocarril, con todas sus idas y vueltas cerro definitivamente
en 1984, aunque el último tren de pasajeros circuló el 21 de septiembre
de 1979.
Ambos dejaron marcas, una enorme cicatriz en la topografía de alta montaña.
Cicatriz que no solo puede palparse y ser vista con los propios ojos, una marca
que perdura y perdurará por siempre en el tiempo y en el montañismo
argentino.
Ambos, forjaron una actividad que a partir de la implementación de los
servicios de ambos, fue en constante crecimiento, hasta llegar a lo que es hoy
el desarrollo del montañismo en los Andes Centrales y luego diseminado
por todo el territorio nacional.
En el sitio donde residen nuestras más grandes montañas empezó
todo, a comienzos del siglo XX y desde allí se expandió a todo
el país, en sus diversas formas.
De la misma forma en que el montañismo evolucionó en Europa y
fue difundiéndose hacia el resto del mundo, en determinado momento, nos
tocó a nosotros, y con la intervención de esa influencia extranjera,
pasó a ser local.
Los dos pilares fundamentales, son los que hemos expuesto en esta nota. Esa
sed por conquista del Aconcagua, luego se fue extendiendo hacia otras montañas,
primero en la región y luego en el resto del país.
El sistema de servicio del Hotel Puente del Inca, fue pionero en la región,
hoy está replicado en distintas regiones de montaña de la Argentina,
podemos encontrarlo en la Cordillera Andina, en Sierras de Córdoba, San
Luis, en la misma Sierra de la Ventana, a través de los operadores que
hoy tienen por misión llevar adelante la misma función que por
aquél entonces cumplió el hotel termas. Todo se fue multiplicando.
De la misma forma, ese enorme aporte que en su momento prestó el arriero
Mario Pastén. Con los años, mucho lo imitaron. Hoy contamos con
servicios de guias de montaña en toda la Argentina, en cada lugar donde
queramos visitar, allí siempre habrá uno. Pero pocos saben, pocos
recuerdan quien fue quizás el impulsor más importante de su actividad.
Y dejamos para el final ese personaje que venimos mencionando a lo largo de
la nota, del cual hemos sido bastante ingratos en toda esta gesta de conquista
del Aconcagua, que como vimos luego se extendió por toda la Argentina.
Si, nos referimos a ese guía de montaña, al igual que Pastén,
llamado Mathias Zurbriggen, que cumplió con una misión importantísima
que quizás los ponedores de nombres y denominaciones no supieron apreciar:
el abrió el camino.
Y también a Pastén por supuesto, tampoco recuerdo que algún
sitio lleve su nombre. Entonces a ellos dos les dedicamos esta nota, en su honor.
Bibliografía: El Ferrocarril Trasandino y el desarrollo de los Andes Centrales Argentino-chilenos - Autor: Pablo Lacoste
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Entrega 2 de 5 : El Transiberiano atraviesa la región más atractiva de todo su recorrido. Durante un trayecto de más de 300 kilómetros bordea el Lago Baikal entre Irkutsk y Ulan Ude. Desde el Rossiya, en este tramo, vas a aprender a amar a Siberia.
Entrega 3 de 5 : En el otro extremo de Rusia junto al Mar de Japón, la gran ciudad del oriente Ruso se levanta cobijando la otra cabecera del ferrocarril Transiberiano, a más de 9000 kilómetros de Moscú.
Entrega 4 de 5 : Un pequeño gran país flanqueado por dos monstruos. Eso es Mongolia. Un país de tradición milenaria es nuestro próximo destino del Transiberiano.
Entrega 5 de 5 : La gran capital del lejano oriente abre las puertas al Trans Mongolian. Una ciudad milenaria cierra esta historia de un ferrocarril que atraviesa las entrañas de un mundo milenario. Recorrimos más de ochomil kilómetros desde Moscu. El mejor cierre para el ferrocarril más largo y legendario del mundo.
Entrega 1 de 3 : Todo empezó con un sueño. Un sueño de más de mil años, que se remonta a una lejana tierra, aún desconocida, y termina en uno de los sitios más impactantes del planeta.
Entrega 2 de 3 : Con el Pacífico a sus espaldas, los quince gigantes de Ahu Tongariki se elevan magestuosos como uno de los más fuertes exponentes de una cultura que aún vive en cada rincón de la isla
Entrega 3 de 3 : Las historias de Mataveri son aquellas que cada visitante guarda en su mente y aflora en el mismo momento en que deja la isla. Todas guardan un mismo elemento en común, que surge cuando empezamos a verla alejarse desde lo alto. ¿Cuándo será el día en que volveré?
Entrega 1 de 5 : La misión Apollo 10 de la que hoy se cumplen exactamente cincuenta años desde su lanzamiento, dio el puntapie inicial para su predecesora, el Apollo 11. Sus conclusiones permitieron configurar dos meses después la llegada del hombre a la Luna.
Entrega 2 de 5 : Cincuenta años de la misión que abrió el camino al gran suceso
Entrega 3 de 5 : ¿Qué nos dejó el proyecto Apollo? Muchísimas más cosas de las que puedas imaginar, desde un legado científico, pasando por lo histórico, político, humano, para concluir con un maravilloso regalo para la naturaleza. Te lo contamos en este informe.
Entrega 4 de 5 : Cincuenta años de la conquista de la Luna
Entrega 5 de 5 : La presencia del ser humano en la superficie de nuestro satélite natural. Hoy se conmemora 50 años de aquél suceso trascendental. Les contamos los detalles de la misión.